SU lista de trabajos es la España de las autonomías. Un Cristo para Cuenca, una Dolorosa para Cataluña, un Judas Tadeo para Madrid. Todos salen del taller de Salvador Madroñal (Dos Hermanas, 1965) en Montesión, donde hace una Oración en el Huerto... para Andújar.

-¿El Papa es buen cliente?

-En su último viaje a España, en el avión le entregaron una Virgen de Loreto, una obra de este taller que está en sus dependencias personales del Vaticano. También le hice una Virgen de Valme y una tercera que está al caer.

-¿Le mueve el arte o la fe?

-Son parámetros inseparables. En este trabajo se produce lo que da nombre a uno de los misterios, el triunfo de la Fe sobre la Muerte. Sin ese triunfo, carecería de lógica la Semana Santa y la imaginería. En este trabajo, si no crees en tu trabajo al final se ve. Le falta la unción sagrada.

-Pero le gusta mucho a los ateos.

-Una vida sin algo a lo que agarrarte es bastante triste.

-¿Quiénes fueron sus maestros?

-Muchos, pero no me dejé influenciar por ninguno. Como no pude vivir la edad de oro de la imaginería, busqué a los mejores.

-¿Ha llegado la crisis al taller?

-Le doy gracias a Dios todos los días, pero a mí no me ha afectado. Sólo se nota en que tardan un poquito más en pagar.

-¿Se entiende su arte fuera?

-Un día, don Benito, el párroco de Mondariz, un pueblo de Pontevedra, vio una obra mía en Alcorcón y me encargó para su parroquia un Cristo de las Tres Caídas. Lo bendijeron y ha gustado mucho. Allí en Galicia han destacado la sevillanía de la imagen.

-¿En qué andaba ocupado cuando oyó golpes en la puerta?

-En un San Pedro para La Puebla de Cazalla. Les hice una entrada en Jerusalén. He hecho varias.

-¿Utiliza modelos?

-No, porque lo que se talla está por encima de lo humano. Reconozco que en Sevilla hay mendigos con unos gestos magníficos, pero es imposible reproducir en un rostro humano el llanto de la Virgen. Utilizo modelos en la escultura civil. Imperio Argentina vio una obra mía, una gitana dándole el pecho al niño, y me pidió un busto al estilo de su película Carmen la de Triana. Fue el busto que presidió todos los actos del centenario de la actriz.

-¿Dialogan sus imágenes?

-Mire esta Virgen gótica de Valme al lado de una Virgen románica para Santa María de Lebeña, una ermita medio visigoda en plena sierra de Potes, en Cantabria.

-¿Qué le falta por hacer?

-Lo que no hice nunca es la Santa Cena. Tampoco se hacen tantas.

-¿El arte es local o universal?

-Aunque me dedique al Barroco, me encanta el estilo bizantino. Cuando puedo, me escapo a Estambul, a Grecia... El año pasado fui a Tierra Santa por segunda vez. Me encanta vivir en Sevilla, pero no descarto pasar mis últimos años de vida en Jerusalén.

-¿El imaginero es un costalero de la gubia?

-Trabajas en la sombra. Es un gremio que se aparta del marketing. El que no sale en la foto parece que no existe o que no trabaja.

-¿España ha dejado de ser católica, como dijo alguien?

-Dejaría de ser España. En este taller preparo un Resucitado para Álora (Málaga) y otro para León. En eso no hay distingos.

-¿Y esos cráneos?

-Para un misterio más que realista, hiperrealista. Son originales. Los conseguí a través de la novia de un amigo que es arqueóloga. Proceden de una excavación en Córdoba y pertenecen a dos mujeres romanas de unos 18 años.

-Y no utiliza modelos vivos...

-Tampoco vas a idealizar un cráneo.

-¿Es un trabajo solitario?

-Solitario, sí, pero nunca en soledad. Siempre trabajo con el mismo orfebre, Jorge Osorio, y con el mismo bordador, Antonio Grande de León.

-¿Algún encargo insólito?

-La patrona de Cúllar, en Granada, era una Virgen coronada canónicamente que estaba en un torreón árabe. La robaron y no ha vuelto a aparecer. El alcalde, que trabajaba en la Junta de Andalucía, me encargó la reproducción.

-Una Virgen en un torreón árabe. La alianza de las civilizaciones...

-No creo en esas cosas. Las civilizaciones no se alían. Nos pisamos unas civilizaciones a otras. ¿Cree que si fuera por los árabes esa Virgen seguiría en el torreón?

-¿Hay una teología de la barba?

-Cuando llevo tres san pedros, al cuarto le pongo la barba de otra forma. No hay dos iguales.

-¿Cuál es su sello de identidad?

-Quizás mis Dolorosas. ¿Ha visto la que está vestida en el taller? El modisto de la reina Sofía, Ladrón de Guevara, me ha encargado una para Vélez-Málaga.