David García Ternero, fundador y director general de Wellness Telecom

"No podemos dilapidar más el talento de los mejores jóvenes"

  • A sus 32 años vive el crecimiento exponencial de la empresa que creó con el objetivo de ser una multinacional sevillana de telecomunicaciones al servicio del bienestar individual, el ahorro energético y la gobernanza compartida entre políticos y ciudadanos. Es la única firma andaluza que acaba de participar en Hannover en Cebit, la feria mundial del sector

Diez mil euros ha invertido esta empresa creada en 2008, con sede central en Cartuja, para estar presente durante una semana con expositor en el Cebit 2011, la feria mundial de las telecomunicaciones que cada año se celebra en la ciudad alemana de Hannover. Los cinco principales directivos de Wellness Telecom han vivido un evento donde 4.000 empresas del sector participan con expositor, de ellas 30 españolas y ninguna otra andaluza. "Es dinero muy bien gastado. No puedes dejar de estar en este tipo de encuentros, le hemos sacado mucho provecho. Doscientos contactos de suma utilidad. Negociación de alianzas con centros de investigación alemanes, proyectos con Iberoamérica y Europa, etcétera".

-¿Qué han presentado?

-Dos productos, uno para gestionar la Administración de modo abierto a los ciudadanos, y otro para gestionar la energía del alumbrado. En 2010 hemos participado en diez proyectos de I+D a nivel europeo, español o con la Corporación Tecnológica de Andalucía. Y lo complementamos con una línea de servicios para la cooperación al desarrollo, buscando alianzas con ONG para extender la tecnología con esquema low cost en los países más pobres. Hemos comprobado cómo ya hay mucha innovación procedente no sólo de India o China, también de África, donde casi toda la población tiene móviles, el pago por móvil está extendido, y no paran de pensar cómo desarrollar aplicaciones al menor coste posible. Atentos a su flujo de innovación. Nosotros no vamos a competir con salarios bajos sino con valor añadido a través del conocimiento y la formación.

-Su tarjeta de presentación.

-Nací en Sevilla hace 32 años. Mis padres son médicos, somos una familia de muchos médicos. Estudié en el colegio Los Rosales, en el Instituto San Pablo y en el San Francisco de Paula. Estoy casado, mi esposa es auditora, no tenemos hijos, voy a vivir de nuevo en Santa Clara, donde pasé mi infancia. Mi hermano es el director de ingeniería de Wellness. Soy ingeniero de telecomunicaciones, hice la carrera en la Cartuja y la complementé con estudios en la Universidad de Michigan y el Real Instituto Tecnológico de Estocolmo, que son de referencia en estos temas.

-¿Tenía en mente ser empresario?

-No, sólo quería aprender y aprender. Estar en el top del conocimiento y la vanguardia. Cuando volví a España, trabajé en empresas como la consultora Capgemini, la sevillana Visasur, Tesla, Sadesi... Buscaba el caldo de cultivo para desarrollar la excelencia que había visto tan de cerca en el extranjero. Como no existía algo similar ni en Madrid ni en Andalucía, decidí dar el paso con el objetivo de hacer cosas de relevancia a nivel internacional. Porque aquí hay capital humano para hacerlo.

-¿Qué buscaba y no encontraba?

-La competitividad, la excelencia en los procesos, en la tecnología, una búsqueda de la diferenciación, ser una empresa líder.

-¿Por qué eso es infrecuente?

-Desde el principio veía que no se apostaba por la investigación ni por los jóvenes. Cuando se acaba el periodo de formación obligatoria, falla la transición al mundo laboral, y la línea de productividad de los jóvenes cae en picado. En lugar de aportar todas sus cualidades, están a un nivel de productividad bajísimo comparado con lo que he visto en otros países. El nivel de productividad de cada empleado en Andalucía puede aumentarse muchísimo más. No podemos dilapidar más el talento de nuestros mejores jóvenes.

-¿Cuáles son las causas?

-El espíritu emprendedor está dentro de muchas personas. Faltan viveros donde se trabaje con ellos y se saque lo mejor de cada uno. Lo tenemos claro: concentración de talentos jóvenes con ganas de crear productos que tengan valor a nivel global. Ya hay más de 60 en la plantilla, casi todos ingenieros superiores con menos de 30 años de edad.

-En pocos años han crecido a gran velocidad.

-La empresa empezó su actividad a finales de 2008. La constituimos ocho socios de tres procedencias: un grupo que venía conmigo de la parte de ingeniería que había trabajado en otras empresas; una persona que había estado en gestión empresarial, y un grupo de inversión que quería apostar por las nuevas tecnologías. Empezamos en un pequeño módulo en el Edificio Centris, de Tomares. Después abrimos una sede de I+D en el Edificio Incubadora Marie Curie, en Cartuja. Abrimos otro centro de I+D en Valladolid, una sede en Badajoz y, hace dos meses, hemos concentrado las dos sedes sevillanas en una nueva y más grande en Cartuja. Esta semana hemos abierto sede en Málaga y hace un mes delegación en México D.F. para empezar la expansión por Iberoamérica, que es donde nos vamos a centrar en 2011 y 2012. Hemos descubierto que en en México hay un ambiente empresarial más dinámico y proclive a invertir que en Andalucía.

-Badajoz, Valladolid... ¿Es llevarle la contraria a todos los que se ubican en Madrid?

-También viajamos mucho a Madrid y Barcelona. Pero hemos hecho la apuesta contraria porque las grandes empresas se están olvidando de los territorios más extensos, es un nicho de mercado muy claro, muchísimas empresas no tienen un servicio adecuado. Pero a la vez estamos estudiando crear en Múnich una sede como centro de operaciones para Europa.

-¿Sus jóvenes ingenieros cobran como mileuristas precarios?

-Casi todos los contratos son indefinidos y optamos por la retribución variable en función de los resultados que alcance cada trabajador. Así le va bien a la vez a la empresa y al empleado. Aún es poco frecuente en España. Y cada trabajador es objeto de un plan de desarrollo personalizado. Sabemos que una persona va a ser más productiva cuando su día a día se ajusta a lo que son sus sueños y sus deseos personales.

-No ha hecho falta que Merkel lo dijera para que ustedes liguen el salario a la productividad.

-Es la única manera de cuadrar los objetivos empresariales con los objetivos personales del trabajador. No tienen sentido las retribuciones fijas, estancas, donde al final no se mida lo que de verdad está produciendo cada trabajador tanto cuantitativa como cualitativamente. Todos tenemos retribución variable, desde el departamento de administración al de los comerciales o los ingenieros.

-¿En qué se basan para innovar?

-La condición para proyectar algo es que sea competitivo a escala mundial y debe ayudar a mejorar la vida en sociedad. Cómo relacionar el bienestar con la eficiencia desde las nuevas tecnologías. En nuestro laboratorio creamos para una ciudad inteligente y sostenible. Por ejemplo, un producto para disminuir el consumo energético en el alumbrado público. O para reducir el consumo energético en el exterior de los edificios, y otro para reducirlo en su interior. Ajusta el nivel de intensidad del alumbrado público. No buscamos cambiar las farolas, ni las bombillas, sino vincular la iluminación al consumo: si quiero ahorrar equis, ¿a cuánto tengo que poner la intensidad? Es una innovación que impacta cuando se busca el ahorro.

-¿Y para la gestión de residuos?

-Después del verano vamos a sacar el producto E-Garbage. Mide la cantidad de residuos que hay en los contenedores mediante sensores, para optimizar la ruta de recogida de los camiones, las horas de trabajo del conductor, el combustible consumido, etcétera.

-¿Cuál es su facturación y cuál es su plan estratégico?

-En 2010 facturamos 2,5 millones de euros, un 500% más que en 2009. En 2011 está previsto crecer más de un 100%. Nuestro plan es llegar en cinco años a 25 millones de facturación. Estamos convencidos de que desde Andalucía podemos crear una gran empresa multinacional con alto grado de exportación de tecnología.

-Le imagino pegado todo el día al móvil y al ordenador. En ese mundillo tan absorbente, ¿es posible descansar 24 horas sin interrupción?

-No, y no sólo me pasa a mí, esta empresa es el resultado de un trabajo en equipo. Llevo siempre encima el móvil y la tableta, los días de trabajo son de ocho de la mañana a diez de la noche. En Wellness, a las ocho de la tarde es hora punta de trabajo. Y no tenemos establecidos horarios, se pueden ir antes pues se trabaja por objetivos.

-¿Alguna tendencia que le haya llamado especialmente la atención en Hannover?

-La tendencia a desarrollar el análisis de lo que está pasando en el entorno, en tu ciudad, en el gobierno, y la transparencia de lo que está pasando. Es el Open Data, los datos rápidamente a disposición de los ciudadanos. Tendencia al alza al igual que el Open Government, la gobernanza con la participación ciudadana.

-Los políticos toman medidas para luchar contra el primer problema nacional, el paro. Y contra el segundo, la crisis. Pero no contra el tercero: los políticos.

-Hay un problema grande de confianza, una barrera entre la clase política y los ciudadanos. Eso hace aún más necesario abrir nuevas vías de comunicación entre unos y otros para comprender lo que está pasando y tomar decisiones.

-Los candidatos a la Alcaldía de Sevilla prometen impulsar la democracia electrónica.

-Que lo hagan. Es la oportunidad de ser pioneros en una nueva forma de gobernar que la ciudadanía está demandando: transparencia y cercanía. Ser escuchados, elevar propuestas. Que lideren ese cambio. Que así consigamos que Sevilla salga de la burbuja. En Australia es donde hay experiencias más avanzadas. Una de las herramientas es que el elector puede suscribirse a lo que está haciendo un político determinado en su día a día. Le llega con fluidez la información con el seguimiento. Y saber qué formación tiene ese político, de dónde procede, qué ha hecho antes de asumir ese cargo.

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