Calle Rioja

Sevilla, la Exposición permanente

  • Empieza el desmontaje de los palcos y sin tiempo para digerir la aciaga Semana Santa la ciudad camina a una Feria con portada de Jacinto Gutiérrez.

La ciudad resucita y uno de los artífices de esta metamorfosis también es hijo de José y de María. Así se llaman los padres de Jacinto Gutiérrez, autor del diseño de la portada de Feria de este año. Sin apenas transición, hay tan poco tiempo entre el desmontaje de los palcos y el montaje de las casetas como corta es la distancia que separa a ambos escenarios de esta consagración de la primavera. Y los paraguas.

A este diseñador gráfico lo trajo a Sevilla un quinto centenario y se consagró con otro. "Es verdad, llego a Sevilla con Colón y me quedo con Magallanes". Antes le pasaron muchas cosas. Nació el verano de 1962 en San Sebastián, frente a la prisión de Martutene donde su abuelo paterno cumplía condena por comunista. La familia se traslada a Maracena, pueblo granadino conocido como "la Rusia chica". Dejó la militancia comunista. Dice que porque se hizo librepensador o sencillamente "porque me hago mayor".

Además de hacerse mayor, este donostiarra circunstancial ha hecho muchas cosas. La influencia de un tío político (la política de ser el marido de su tía Carmen) le hizo pintor. Vendió mucha obra en Arco, aunque ahora sólo le queda la impronta de pintor dominguero y la secuela pictórica del nombre de su empresa, Laduna Estudio, homenaje a un cuadro de Goya que reinterpretó en una obra que Silvia, la gerente de su estudio, la madre de sus hijos Pedro y Antonio, su maestra de sevillanas, tiene colgado en su despacho. Antes nació Paula, que hoy cumple 24 años y cuya llegada le libró del servicio militar.

El autor de la portada de la Feria 2011 sólo pisó un año el real. Fue en la Feria de 1986, el año que llega a Sevilla atraído por los proyectos de la Expo 92. Su primer pabellón fue el cartel para la puesta de largo como cantante de Maribel Quiñones, Martirio, trabajo que asocia con su contacto con Kiko Veneno y con una Vespino que estaba pagando a plazos.

El diseñador no es muy ducho en las sevillanas, el hilo musical de su portada; entiende de otras músicas. Desde que su padre dio cobijo a dos estudiantes chilenos que huían de la dictadura de Pinochet, se aficionó a la música de ese país y tocó la quena, flauta autóctona, con Quilapayún, Mercedes Sosa y con Inti-Illimani. "Los chilenos que pasaron por casa nos regalaron un disco de Víctor Jara y una cantata con el programa electoral de Salvador Allende". Después se cortó el pelo del look andino y se hizo punky para ser mánager de los grupos 091 y KGB.

Antes de esta portada que glosa la circunnavegación que en 1519 empieza Magallanes y en 1522 termina Elcano, Jacinto Gutiérrez se inició en el diseño con Cuadernos del Mediodía, un suplemento cultural que coordinaba Alejandro V. García. Suyos son los diseños de la cartilla de la embarazada y del recién nacido, de Flamenco viene del Sur. Ganó los concursos de Cartuja 93 y del Parque de los Descubrimientos, precedente de Isla Mágica que Sevilla bautizó "el dolor de muelas".

La Semana Santa que precede a su portada la vivió desde su atalaya del Aljarafe. "Todos los pasos eran grises, las nubes que veía pasar como quien ve cofradías". Su obra está en el real. La aventura del Renacimiento, la resurrección en los cuadernos de bitácora.

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