Dos miembros de la vieja guardia del Sevilla analizaron ayer el mal momento del equipo. La situación actual de ambos, estando lesionado uno, Dragutinovic, y sin continuidad en la titularidad el otro, Escudé, les permitió además hacer este análisis con una perspectiva distinta, desde cierta distancia. Ambos concluyeron con un mensaje tranquilizador, solicitaron confianza en la plantilla, pero señalaron varios problemas.

Escudé se centró bastante en los problemas no de la defensa, sino del sistema defensivo: "Todos estamos trabajando para mejorar en el aspecto defensivo, y es clave la presión en los partidos. Es un trabajo de equipo, del grupo, y eso es lo que quiere el entrenador. Cuando nos ponemos delante en el marcador tenemos que desdoblarnos en el campo y trabajar para el equipo. Y para conseguir las victorias también hay que pensar con la cabeza y nunca dudar. Esto es cosa de todos, somos un equipo", dijo, y pidió a sus compañeros más convicción e intensidad: "Con equipos más grandes se ha visto un gran Sevilla, y no sólo con el escudo se ganan los partidos, porque han llegado el Mallorca y el Getafe y se han llevado el triunfo. Si se consigue un gol, hay que ir a por otro para lograr las victorias. La ambición es importante y hay que recuperarla. Si todos trabajamos, luchamos y estamos centrados en el partido, conseguiremos todos los objetivos".

Dragutinovic también incidió en lo de la ambición: "Es difícil saber qué pasa, pero en casa hay que hacerse fuerte. Creo que el equipo ha dado un bajón en la ambición, que se baja mucho los brazos. Ahora mismo hay muchas dudas, y en los partidos no se sabe cómo reaccionar". Aun así, el central serbio, que prometió volver al equipo tras la Navidad, fue optimista: "Que el sevillismo esté tranquilo, porque al final seguro que nos metemos en la Champions, sí o sí. No tengo ninguna duda de que esta plantilla, con este entrenador, sale adelante, seguro", afirmó rotundo.