En tiempos de crisis, los ciudadanos necesitan aliviar la angustia que padecen y tratar de compensar de alguna manera el pesimismo que se instala en las sociedades, y el deporte, sobre todo las gestas deportivas, se han convertido durante las últimas décadas en el mejor refugio para compensar esos sentimientos.

Así lo mantienen expertos en Psicología, en Antropología y Sociología, que han constatado la necesidad que tienen los ciudadanos de recibir "impulsos" positivos para intentar "enmascarar" otros problemas. Y ahora encuentran esos impulsos que necesitan en el tenis, en el motociclismo, en la Fórmula 1, en el ciclismo o en el fútbol, y los ciudadanos se acaban proyectando sobre los representantes españoles en cada una de esas disciplinas.

Pero aunque afectan y en muchos casos determinan el estado de ánimo de una persona, esas noticias no influyen en el estado de opinión de los ciudadanos, según el sociólogo Alberto Penadés, quien ha asegurado que los factores "estacionales" influyen más en el resultado de una encuesta que los resultados de grandes eventos deportivos. Penadés, experto del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), mantiene que el resultado de una encuesta no varía si se hace por ejemplo tras un gran triunfo de la selección española, pero sí es radicalmente distinto si se hace después de un periodo de vacaciones (en este caso será más negativa) o en los días previos a la Navidad (más positiva).

Crisis económica y sensación de pesimismo

Para el antropólogo Manuel Mandianes, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, muchas malas noticias no afectan de una forma generalizada a la población, pero sí lo hacen todas las relacionadas con la crisis económica, una situación que, a su juicio, provoca una sensación generalizada de pesimismo. Mandianes, especializado en antropología del deporte, está convencido de que en esas situaciones de "malestar y pesimismo generalizado" las buenas noticias cobran siempre una mayor relevancia, y mantiene en ese contexto que las noticias deportivas contribuyen a crear "una situación psicológica de bienestar y de compensación".

La capacidad de reacción para afrontar la crisis económica es "exactamente la misma" antes y después de un triunfo de la selección española de fútbol o de la victoria de un tenista español en uno de los grandes torneos del circuito, pero esos eventos contribuyen -mantiene el antropólogo- a crear una atmósfera social "agradable" cuando las situaciones son adversas. Ninguna de las mejores noticias que se pueden producir en el ámbito deportivo contribuye a mejorar el bienestar de un ciudadano, "pero crean un clima propicio en la psicología colectiva"; Mandianes mantiene incluso que esas buenas noticias "llegan incluso a compensar una mala situación".

El investigador ha comprobado que durante las épocas de bonanza, las buenas noticias, sobre todo las deportivas, se diluyen más que durante los periodos de crisis económicas como el que está atravesando España. El antropólogo apunta por ejemplo la coincidencia, el próximo 16 de junio, del mundial2010 (frente a Suiza) con la aprobación, en Consejo de Ministros, del decreto que concretará la reforma laboral, y se muestra seguro al señalar cuál de los dos ocupará más tiempo o espacio en los medios de comunicación a pesar de la incidencia directa que una y otra tendrán en cada uno de los ciudadanos.

La expansión necesaria

Las sociedades necesitan "una expansión; una reacción", y por eso magnifican los acontecimientos deportivos, sobre todo cuando éstos acarrean victorias y triunfos, según Mandianes, que mantiene además que un pueblo no puede vivir sin ídolos y localiza a éstos en ámbitos como la política, la religión "o el deporte". Pero para el antropólogo, es además "muy positivo que así sea" y que las sociedades se refugien en eventos y busquen esos "impulsos" que contribuyan a un clima positivo, y advierte en ese sentido de lo que pasaría en una sociedad con cuatro millones de parados y millones de personas más afectadas de una forma directa por la situación económica. Según este antropólogo, si este tipo de situaciones no encuentran respuestas "masivas y colectivas" degeneran en "una angustia individual absolutamente insoportable.

Para el psicólogo Pablo del Río, los ciudadanos se proyectan sobre sus ídolos deportivos, porque quieren "disfrutar, vibrar y divertirse" con ellos, y acaban convirtiéndose en "partícipes" de sus gestas. Del Río, doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático en la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación en la Universidad Carlos III de Madrid, mantiene que el "bagaje de emociones" de los ciudadanos se activa cuando participan de esos éxitos deportivos. Lo que hacen las miles de personas que tienen un problema económico, financiero, de salud o de otro tipo es "refugiarse" en algún aspecto positivo y muchas veces encuentran en el deporte esos referentes o "impulsos" positivos que necesitan para seguir adelante. A juicio de este psicólogo, esto lo conocen perfectamente los políticos, que utilizan los grandes acontecimientos deportivos para tratar de "enmascarar" u "ocultar" otro tipo de problemas o de noticias.

"Desviamos la atención hacia aquello que nos produce una satisfacción", ha señalado Del Río, y dice que ese "refuerzo", esa "recompensa" y esas "emociones positivas" los ciudadanos las encuentran viendo ganar a un tenista, a los pilotos españoles de motociclismo o a la selección de fútbol. Alberto Penedés, experto del CIS, insiste en que "las alegrías deportivas no se transforman en optimismo económico".