No sólo es capricho de famosos o personas de alta alcurnia. El diseño de interior sigue escalando posiciones como sector productivo, revelándose como una "necesidad" como otra cualquiera. "Este trabajo tiene un valor que cada día se entiende más", reflexionó el diseñador Carlos Iglesias durante su ponencia ayer en las III Jornadas de Diseño de Interior.

La Escuela de Arte de Sevilla ha parado durante una semana las rutinarias clases de sus alumnos de estos estudios superiores sobre interiorismo para acercarles hasta su salón de actos las experiencias de los que son ejemplos de profesionales a los que imitar. Los habituales profesores ceden la cátedra por una semana a arquitectos, diseñadores y fotógrafos, entre otros expertos de este sector en alza.

Cada día son más quienes se acercan a un estudio de diseño cuando quieren dar alma a sus hogares o negocios: no se trata de decorar, ni de atiborrar las estancias con muebles de altas calidades que duren más de un lustro, se trata de "crear ambientes". En esta profesión, los conceptos son importantes, no sólo tenerlos claros para saber lo que un cliente está demandando sino también para innovar. "Reinventarse para sobrevivir": ése era el lema de las jornadas y, después del primer día de conferencias, también se confirmó como el hilo conductor de las ponencias.

El mercado laboral exige en los últimos tiempos resolver las nuevas necesidades con respuestas originales. De eso saben los responsables de Workincompany, empresa dedicada al coworking, que confesaron conseguir reencontrarse con la profesión después de varios años gracias a esta práctica empresarial. Alberto Pérez Sola y Jaime Aranda Serralbo, arquitectos e impulsores de Workincompany, dieron cuenta, durante su charla titulada La revolución laboral, de su experiencia laboral al frente de este espacio creado para entablar relaciones profesionales y comerciales. En 2011 comenzaron su andadura con este producto novedoso, el reto respecto al diseño era conciliar el espacio de manera que respondiese a esta nueva realidad basada en la interacción. "Fue un reto y un reencuentro con nuestros orígenes acondicionar nuestra oficia", explicó Pérez Sola.

En el atril del salón de actos, tomó el relevo Persevera Producciones, un estudio de diseño fundado en 2008 y que es responsable de proyectos como el Hotel Casa 1800 o la franquicia La Piamontesa. José Francisco García y Carlos Iglesias, ambos socios de la firma, representaron al estudio durante la ponencia. Fue en este momento cuando se entró en materia con mayúsculas y se habló de clientes, de gustos y de la rutina de un encargo. Entre los alumnos, impactó una de las máximas que Iglesias explicó como imprescindible para realizar un buen trabajo: "Al cliente hay que tratarlo desde la honestidad". Según explicó este experto interiorista, el equilibrio entre lo que el cliente quiere, lo que un diseñador le puede ofrecer y el presupuesto debe ser lo que guíe el trabajo del profesional.

Esta tercera edición consecutiva de las Jornadas de Diseño Interior ha distribuido las conferencias durante cinco días, hasta el viernes. De manera que, cada jornada, habrá dos sesiones, una a las nueve y otra a las diez de la mañana, ambas con acceso libre al salón de actos de la Escuela de Arte hasta que se complete el aforo. Para hoy, está prevista la ponencia del reconocido arquitecto sevillano Carlos Pedraza y del fotógrafo, también local, Fernando Alba. Al taller posterior a las conferencias, sólo podrán asistir los alumnos de Diseño de Interior que, a lo largo de la semana, crearán una lámpara siguiendo el modelo del Free design de David Trubrigde.