En una ciudad cuyo parque automovilístico sobrepasa el medio millón de vehículos, se podría entender casi como un capricho nostálgico mantener la afición por los enganches tradicionales tirados por caballos. Sin embargo, son muchos los garantes de esta afición que se transmite por generaciones y que cada año, desde hace 29, protagonizan el preludio feriante con una exhibición que traslada a la actualidad las limoneras y las cuartas. 

Para reconocer a los mejores cocheros y carruajes, Jesús Contreras Ramos, presidente del Real Club de Enganches de Andalucía; el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano; y el fiscal de la Real Maestranza de Caballería, Santiago León, entregaron ayer en la Plaza de Toros los trofeos de la vigésimo novena edición de la Exhibición de Enganches. 

En este certamen con tintes internacionales participaron el pasado domingo de preferia 67 carruajes. "Por primera vez, nos vemos en la circunstancia de realizar la exhibición bajo el mandato de un rey, Juan Carlos I, y hacer la entrega de trofeos bajo el de otro, Felipe VI", citó como anécdota el secretario del Real Club de Enganches antes de dar paso a los premiados. Uno de los primeros galardones fue para el roof seat break del torero Miguel Báez El Litri, que recibió el premio en la categoría de mular tirado por más de cuatro caballos de manos del coronel José Galián.

Durante el acto de entrega, se dieron cita hasta tres generaciones de varias familias, aspecto que se aprovechó para hacer hincapié en la importancia de los nuevos valores para mantener la tradición. Joaquín Aranda, con sólo diez años, es un acérrimo aficionado y recibió el Trofeo Fomento a la Juventud ante la atenta mirada del patriarca de la familia, Gregorio Aranda, quien recogió, entre otros, el premio en la categoría de cuarta inglesa o continental. Otra de las sagas a las que se otorgó varios premios fue la de los Muñoz: José Joaquín Muñoz, recibió el premio en la categoría de triden y tándem; mientras que su hija María Cristina Muñoz, a la que inculcó la afición por los enganches, recogió el primer premio en limoneras.

Ana María Bohórquez acudió junto a su nieto Jaime Domecq a recoger, entre otros galardones, el primer premio en cuarta calesera. Además, recogió el segundo premio concedido en esta categoría a su hermano Fermín Bohórquez. A ella, dedicó unas cariñosas palabras Gregorio Serrano, que cerró el acto satisfecho y recordó la intención del Consistorio para que el próximo año Sevilla vuelva a vivir tres días de enganches.