El sector de comerciantes del centro de Sevilla adelantó ayer su pretensión de recurrir, una vez publicada, la ordenanza de peatones y ciclistas en la que se sustentará la futura regulación del tráfico rodado en el casco histórico, y que prevé sanciones de 90 euros para aquellos vehículos no autorizados que excedan los 45 minutos de circulación.

El presidente de la Federación de Comercio y Servicios del centro de Sevilla (Alcentro), Enrique Arias, indicó que el nuevo texto, cuyas modificaciones se aprobaron en la pasada sesión plenaria, "no contempla todas las casuísticas", y achacó que desde el Ayuntamiento "se hace todo con una improvisación total y absoluta".

"La ordenanza no es válida y lo mejor que pueden hacer es paralizarla", sentenció Arias, que adelantó algunos de los puntos en los que el sector de los comerciantes del centro expresan su oposición, tales como el hecho de que "en el caso de plazas de garaje compartidas para que el primer vehículo pueda circular más de 45 minutos el segundo tenga que estar fuera".

Asimismo, el presidente de Alcentro también criticó las "trabas administrativas" impuestas por el Consistorio "que propician que si por ejemplo quiero invitar a un amigo mío a cenar haya que llevar a cabo una serie de farragosos trámites". Por otro lado, Arias alertó del hecho de que si una de las cámaras de la veintena que componen el sistema se avería, ello inutilizaría todo el operativo puesto que "las cámaras detectan la infracción por omisión".

A juicio de los comerciantes del casco antiguo, habría que estudiar otras alternativas como el proporcionar tarjetas al portador "para que cada uno las utilice como quiera" ya que "no vemos razonable castigar".

Arias también lamentó la comprometida reunión del alcalde, verbalizada en el pasado Pleno, con asociaciones vecinales del casco antiguo, mientras que "el Ayuntamiento tiene solicitudes de Alcentro y de la patronal Aprocom desde hace meses, por no decir años. Será que somos ciudadanos de segunda", apostilló.