Pese a que han transcurrido 16 días desde el cierre de mercado, Manuel Ruiz de Lopera permanecía ayer encerrado en la calle Jabugo junto a su gente de confianza intentando satisfacer la única petición de Víctor Fernández: la llegada de un delantero. Al cierre de esta edición, Lopera acercaba posturas con el congoleño Nonda, una opción que agradaba al técnico, pero mantenía a un emisario negociando en Barcelona con Tamudo.

Al máximo accionista no le acababan de convencer las condiciones económicas que Nonda y su agente, John Darío, pretendían hasta el final de temporada, ya que la operación se disparaba hasta cerca del millón de euros. Además, Lopera no estaba del todo convencido de gastar esa cifra en un delantero de casi 33 años y con un historial médico complicado a sus espaldas.

Esto provocó que el Betis enviase a un emisario a Barcelona para intentar convencer a Tamudo y, a pesar de que las posturas se acercaron en cuanto a las cantidades a percibir para esta temporada y la próxima, la deuda que el Espanyol mantiene con el delantero - algo más de 1,8 millones de euros- hacía inviable la operación, ya que Tamudo pretendía que Lopera avalase los pagarés que el Espanyol ofrecía para poner fin a su vinculación. A todo esto habría que sumar que para firmar a Tamudo, el Betis tendría que dar la baja a Odonkor, lo que supondría un nuevo frente abierto y también de difícil resolución.

Todas estas circunstancias provocaron que Lopera estuviese anoche prácticamente decidido a apostar por la contratación de Nonda y así satisfacer los deseos de Víctor Fernández, quien entiende que la llegada del congoleño vendría a completar una plantilla de más garantías para intentar alcanzar el ascenso. Las altas pretensiones del congoleño dificultaban anoche el cierre de la operación, pero Lopera se va quedando sin opciones (aunque se habló de Kepa). La decisión pasaba por Jabugo, pero el nombre de Nonda es el único que queda factible en el casting de Lopera.