"Quiero ser el entrenador del ascenso, pero no el que devuelva al Betis a Segunda División". La frase pertenece a Pepe Mel y la pronunciaba a un restringido grupo de amigos y periodistas en la pasada Feria de Abril. Más que el manido asunto del propio contrato, al técnico madrileño le ocupaba y preocupaba qué iba a ser del Betis, deportivamente hablando, la próxima temporada.

Pues ya ha llegado ese momento y en cuanto las recepciones oficiales lo permitan, es decir, mañana mismo, Mel mantendrá un primer vis a vis con el director deportivo, Vlada Stosic, para planificar el nuevo curso en Primera División.

Es el asunto principal, el más urgente, y el entrenador quiere dejarle claro al jefe de la secretaría técnica cuál es su planteamiento, que no exigencia, para un año como merece el Betis y sin sobresaltos.

La actual plantilla está ciertamente compensada y lo ha demostrado, pero algunos de sus futbolistas ya se revelaron inservibles para la máxima categoría hace tiempo -aún quedan integrantes de la plantilla que descendió- y otros podrían despertar algún recelo por la condición de novatos que van a adquirir. Ahí habría que incluir a chavales de la cantera como Miki Roqué, Beñat, Ezequiel, y otros que han tenido menos protagonismo, y a futbolistas que han sido principales durante esta campaña pero que no se han vestido de Primera aún, casos de Dorado, Salva Sevilla y Jorge Molina.

Es por eso que la plantilla necesita entre ocho y diez futbolistas nuevos y, más allá de las escasas posibilidades económicas del club, seis de ellos deben ser principales y llamados a estar en el once inicial o, al menos, entre los quince que más roten durante la temporada.

Mel lo tiene muy claro y quiere reconstruir la columna vertebral. La alternancia que se produjo en la portería vino como consecuencia de los deméritos de Goitia y en la propia secretaría técnica tienen claro que hay que reforzarla.

En este sentido, el club ha seguido de cerca a Fabricio, portero del Recreativo cedido por el Valladolid y que acaba contrato el 30 de junio. Si bien, el club pucelano para permitir la cesión se guardó una opción de renovación unilateral sobre el portero que finaliza el próximo 30 de mayo. Comoquiera que Justo Villar y Jacobo finalizan también su vinculación, Abel Resino podría recomendar recuperar a Fabricio para que compitiese con el actual titular, Javi Jiménez.

En el centro de la defensa, también deben llegar varios refuerzos. Miki Roqué no comenzará la próxima temporada, Roversio regresará en principio a Osasuna tras su cesión y Belenguer tiene muy complicada su continuidad. Prácticamente, el club cuenta con Dorado, Juan Calahorro y algún otro central del filial que pueda sumarse, por lo que la idea es acometer dos fichajes en esa posición. En el club se miraba muy de cerca a Jarosik, pero sus últimas actuaciones con el Zaragoza lo han descartado.

De igual modo sería el proceder en el centro del campo, posición en la que Mel cuenta en principio con Beñat, Iriney, Salva Sevilla y Cañas, ya que la continuidad de Arzu se hace casi inviable por su elevado contrato y por la reacción en contra de la afición incluso en los festejos del domingo y los cedidos, casos de Juande y Rodri, apenas han progresado en Granada y Cartagena, respectivamente.

En este puesto, el club ya ha entablado negociaciones con Landry N'Guemo, futbolista seguido desde hace tiempo por la secretaría técnica y al que Stosic vio en directo hace unos días en el PSG-Nancy, que acabó con empate (2-2) y en el que el internacional camerunés hizo uno de los goles de los visitantes. N'Guemo tiene 25 años y es un medio de cierre muy dinámico que finaliza contrato el 30 de junio con el Nancy, de cuya cantera proviene. Es posible, incluso, que si el club remata las negociaciones anunciase su fichaje en unos días.

En el ataque, quizá la mejor línea del equipo, también pretenden los técnicos un nuevo refuerzo, más que nada porque Mel suele alinear a dos delanteros -incluso ha jugado algunos partidos con el tridente- y, prácticamente, apenas tiene a ésos, Jorge Molina, Rubén Castro, Emana, más Jonathan Pereira, quien, en todo caso, apenas ha sido utilizado en su verdadera posición y sí en alguna banda. Incluso, si el camerunés fuese traspasado, la vanguardia podría necesitar algún refuerzo más.

Lógicamente, los laterales también serán retocados. La continuidad de Miguel Lopes, aun cedido una temporada más por el Oporto, está prácticamente descartada por su propensión a las lesiones, pese a ser un futbolista muy del agrado de todos los técnicos. En los extremos también podría haber alguna incorporación, siempre en la creencia de que la prioridad es la columna vertebral.

En el aspecto económico, la búsqueda se centra en futbolistas que finalicen contrato, pero si hay algún traspaso el dinero obtenido se invertiría en refuerzos.