El derbi sevillano - La previa

Una digestión pesada

  • Betis y Sevilla se enfrentan en un derbi marcado por los 25 puntos de distancia entre las dos escuadras.

  • El factor campo y el esfuerzo blanco en Champions deben igualar las cosas.

El bético Dani Ceballos y el sevillista Jovetic entrenan antes del derbi.

El bético Dani Ceballos y el sevillista Jovetic entrenan antes del derbi. / J. A. García y J.C. Vázquez

Edición número 126 de los partidos de eterna rivalidad según Sevilla y esta vez el derbi llega con los dos equipos distanciados por 25 puntos en la tabla clasificatoria, una diferencia abismal a favor de los sevillistas si se tiene en cuenta que se disputa la jornada vigésima cuarta, es decir, la quinta de la segunda vuelta del torneo liguero. Pero los números no engañan nunca y está claro que ambas escuadras han jugado a algo bien diferente hasta ahora. Mientras unos, los de Jorge Sampaoli, aún están metidos de lleno en la lucha por pelear la Liga, sí, nada más y nada menos que la Liga con el Real Madrid y el Barcelona; los otros, los que ahora dirige Víctor Sánchez del Amo, vivaquean en una línea de mediocridad que sólo es defendida por quienes le temen más al pasado que al triste presente. Por situarlo tal y como lo establece el calendario, así están las cosas ahora en el Betis y en el Sevilla.

Claro que todo eso no tendrá mucho que ver cuando, en plena digestión, en ese horario tan desagradable en España como es el de las cuatro y cuarto de la tarde, el madrileño Del Cerro Grande dé el pitido para que el balón eche a rodar sobre el césped del Benito Villamarín. Allí, en ese justo momento, serán 11 futbolistas vestidos de verdiblanco contra otros 11 completamente de rojo y entonces se verá hacia dónde se va inclinando el pulso, entre otras cosas porque sí existen muchos factores que pueden servir como elementos para igualar las fuerzas.

A la hora de desmenuzar las cosas en la frialdad de los números previos, está claro que el Sevilla estaría muy por encima del Betis en todas esas estadísticas. Para empezar, se puede apelar a un buen termómetro para indicar la calidad de unos y otros, tal y como ya se hiciera en esta misma previa con motivo del partido de ida. Se trata de la valoración de las plantillas a través de la web especializada Transfermarkt. Desde septiembre a ahora, el Sevilla ha subido su valoración global desde los 205 millones iniciales a los actuales 236 millones; el Betis, en cambio, ha visto cómo este teórico coste de sus profesionales se deprecia desde los 68,40 millones de entonces a los 66,40. Las distancias, por tanto, se han incrementado a favor de los visitantes.

Todo se explica desde los 49 puntos que luce la escuadra de Sampaoli en la clasificación, consecuencias de 15 triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas. Son los terceros en la actualidad y también son los terceros en el número de goles anotados, con un total de 46, aunque también, con 28, reciben más tantos que la mayoría de los equipos con los que está peleando en la cima de la tabla. La tropa de Víctor, mientras, figura en la decimoquinta posición de la clasificación, fruto de sus 24 puntos que se registran tras seis triunfos, seis empates y 10 derrotas. Sólo el Leganés y el Granada han marcado menos goles que los béticos, que presentan 22 en sus números por 35 encajados, una cifra que no está mal aunque denota que piensa más en proteger su portería que en atacar la rival.

Éstos serían los números con los que llegan los dos eternos rivales sevillanos a esta edición número 126 del derbi en el Benito Villamarín. Es evidente que si nos atenemos a ellos el claro favorito sería el Sevilla para conseguir el triunfo, algo que también ha sido habitual en los últimos tiempos ya que los nervionenses se han impuesto en los últimos cuatro derbis oficiales disputados, dos de ellos de Liga y dos de Copa después del cero a cero registrado en la primera vuelta del anterior torneo liguero cuando Mel dirigía aún a los béticos y Emery se encargaba del Sevilla.

Sin embargo, surge un aspecto que sí puede igualarlo todo bastante, al menos en la teoría y es lo que mi compañero Juan Antonio Solís calificaba como 'el factor 66' en estas mismas páginas en su edición de este viernes. Es el número de horas que ha transcurrido desde que el Sevilla finalizara el exigente, en lo físico al menos, encuentro contra el Leicester en la Liga de Campeones y cuando comenzará a rodar la pelota esta tarde en Heliópolis. Es evidente que en este sentido la ventaja sí es verdiblanca, pues ha tenido mucho más tiempo para preparar el derbi en todos los sentidos y eso, siempre en las cábalas previas, debe ser muy beneficioso para el cuadro que ejerce esta vez como local.

¿Será capaz de sacar provecho de ello el Betis y cómo debe hacerlo? Son dos cuestiones interesantes en estas horas previas al derbi número 126, sin duda alguna. Lo más normal es que Víctor haya jugado con el factor emocional para picar a los suyos, sobre todo después de su ridícula actuación en la última jornada contra el Granada, donde pensaron mucho más en esta cita de la máxima rivalidad sevillana y cayeron por un contundente 4-1 contra el penúltimo clasificado. No sería extraño, por tanto, que el Betis plantee el encuentro con la idea de apretarle muy fuerte en todos los sentidos al Sevilla, con la intención de ahogarlo para ir sacándolo del juego conforme pasen los minutos y apriete el cansancio.

Como punto de partida sería lo más lógico que los béticos lo encaminaran todo hacia ese punto, hacia una presión muy arriba para desactivar el juego del rival. Sampaoli, lógicamente, planeará todo lo contrario y tratará de que el fútbol finalmente se desarrolle bajo los parámetros de sus pregonadas ideas, es decir, tocar la pelota, correr riesgos con el balón y hacerlo circular hasta llegar hasta Adán con superioridades numéricas aprovechando ese hueco que se crea entre los centrales verdiblancos y unos medios centro que pocas veces los ayudan cuando llegan los rivales con el balón controlado. Ahí puede estar una de las claves futbolísticas.

Y quiénes serán los encargados de desarrollar el litigio en el tablero de ajedrez del Benito Villamarín. Con Dani Ceballos en condiciones, como cabía esperar, en el Betis no se esperan muchas sorpresas y el equipo se parecerá mucho al del día del Barcelona, por no decir que será idéntico. En el Sevilla, en cambio, sí pueden haber novedades para tratar de refrescar el once. Mercado, Franco Vázquez, Ben Yedder, Pareja, si está recuperado, parece que deben entrar si Sampaoli no se inventa nada raro.

Y, por último, están el factor ambiental y el hombre que se debe encargar de impartir la justicia. En principio, las obras en el Benito Villamarín fueron el motivo para que los hinchas visitantes no pudieran estar ni en éste ni en ningún partido de la temporada. Pero parece que sí habrá una minoría sevillista desperdigada por las gradas. En lo referente al árbitro, Del Cerro Grande presenta el aval de ser uno de los mejor situados en el escalafón español, aunque ya fue protestado por los sevillistas en un 3-3 con expulsión de Medel hace unos años. Los béticos también se quejan por el gol anulado a Álex Alegría en la ida, así que la cosa puede estar calentita en ese sentido y sólo cabe desear que Del Cerro sea un buen juez, es decir, que ejerza de imparcial y no les dé ni les quite ni a unos ni a otros.

A partir de todo lo anterior toca jugar y a ver quién, Betis o Sevilla, Sevilla o Betis, se apunta el derbi número 126 de los nuestros para tener una digestión algo más ligera del almuerzo.

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