-¿Cuál es el principal problema que le transmiten los sevillanos durante los actos de campaña?

-Fundamentalmente el paro. El propio y el de los hijos. Normalmente, a la persona que se encuentra desempleada le da pudor plantearlo, por eso lo comentan los padres. Nos dicen: "¿Podría solucionarle el tema a mi hijo?". Un segundo aspecto importante es la precariedad laboral. Quien logra un trabajo sólo es por unas horas y muy mal pagado.

-El tejido industrial se ha reducido un 25% en los últimos siete años, ¿qué hace falta para revertir esa situación?

-Las empresas que se han ido de la provincia se han beneficiado de la reforma laboral del Partido Popular. Les facilitó la huida. Ahora tenemos que intentar revertir esa situación incentivando la creación de empleo. El camino es el apoyo de la pequeña y mediana empresa para que se agrupen, ya que es interesante para exportar y no depender tanto de los ciclos económicos del propio país. Las empresas que están aguantando son las que exportan.

-Si pudiera desbloquear un proyecto de las mesas del Estado y la Junta, ¿cuáles serían?

-Las grandes obras son de un calado interadministrativo. Por ejemplo el Metro. Para desbloquearlo lo primero que hace falta es un compromiso del Estado, que ya se ha comprometido con los metros de Madrid o Valencia. Sería muy bueno que diera un primer paso, ya que el resto de administraciones le seguirían. En la mesa del Estado también se encuentra el tema de los museos de Sevilla. Son muy importantes por su patrimonio cultural imponente y un recurso turístico de primer orden para la ciudad. No se ha ejecutado nada de los presupuestos, mientras se ha acometido hasta el Museo del Traje.

-La formación del nuevo Gobierno exigirá pactos entre los partidos, ¿descartado su apoyo al Partido Popular?

-El Partido Popular está descartado desde siempre, y más desde que está practicando este tipo de política. Siempre se habla de Alemania, pero este Partido Popular es la esencia de la derecha europea. La política que practica ha hecho mucho daño a la gente, ya no sólo a los sectores más desfavorecidos, sino a la clase media, que se la ha cargado empobreciéndola. Encima serán contumaces con sus medidas.