Cultura

La copla recuperada

Pive Amador

Productor musical

A principios de los años treinta comenzó a usarse el calificativo de Canción Española para referirse a un género de canciones cuyos antecedentes podemos encontrar en las tonadillas del siglo XVIII, los cuplés llegados de Francia a finales del XIX, los aires flamencos y la influencia musical de compositores españoles como Manuel de Falla. La llamada copla, canción española o andaluza fue el género más representativo y exitoso en nuestro país entre 1930 y 1960.

La canción española alcanzó su esplendor en los años treinta y cuarenta gracias en gran medida a la radio y al cine sonoro, nuevos medios de comunicación que se desarrollaron en aquellos años. A partir de mediados de los cincuenta la copla inició una lenta pero imparable decadencia debida, por una parte, a su progresivo amaneramiento, y por otra, a la competencia de estilos llegados de Hispanoamérica como las rancheras, el bolero o el chachachá. Esta decadencia se acentuó en los años sesenta con la irrupción de la música pop y el rock anglosajón. Y por si todo esto fuera poco, a la llegada de la democracia la copla fue identificada por muchos con el régimen franquista, lo que la hundió en el mayor de los descréditos. Esta identificación es en cierto modo injusta pues muchas de las mejores piezas y muchos de los mejores intérpretes y compositores de este género existían antes de 1939. 

El ostracismo en que cayó la copla con la llegada de la democracia se mantuvo en los años ochenta a pesar de loables intentos de recuperación, como el que protagonizó Carlos Cano.  En 1992 el espectáculo Azabache, que se organizó para la exposición Universal de Sevilla, fue solo un fogonazo de esplendor que no tuvo secuelas. Así las cosas, a la llegada del siglo XXI la copla se encontraba refugiada casi exclusivamente en los concursos que organizaban algunos ayuntamientos. Y la imagen que quedaba de ella era la de una mujer sola en el escenario cantando penas de un repertorio en blanco y negro y empequeñecido.

Si todo lo descrito en este repaso histórico es cierto, ¿qué ha pasado para que en la actualidad la copla ande en boca de muchos y además sea el estilo musical que más espectadores congrega en Andalucía desde 2008? Pues lo primero que ha pasado es el tiempo, el tiempo que la Historia necesita para ser estudiada y entendida. Hoy día, después de más de tres decenios desde la muerte de Franco, las nuevas generaciones ya no padecen aquel prejuicio "progre" que descalificaba a la copla sin atenderla ni estudiarla. Pero para que la copla recuperara un lugar importante en el panorama musical era necesario también que este género volviera a mostrarse al público con el colorido y la variedad de sus mejores tiempos. Y esto ha sucedido, principalmente, gracias al medio más global e influyente que existe en la actualidad, la televisión.

Cuando los directivos de Canal Sur decidieron en 2007 la realización de un programa dedicado monográficamente a la copla no podían imaginar que dicho espacio fuera a batir todos los records de audiencia de la historia de esta cadena y que además consiguiera importantes galardones, como el premio Ondas 2008. Pero así fue. Y es que en este programa se supo recobrar la vistosidad y la riqueza propia del género mostrando no solo los temas melodramáticos, sino también las piezas alegres, salerosas, divertidas e incluso sensuales que hicieron de la copla un estilo rico, tanto en lo argumental como en lo musical. Por esa razón, no solo las personas mayores se han reencontrado felizmente con las coplas de su vida, sino que las nuevas generaciones han descubierto un estilo que sienten muy suyo y que ven, curiosamente, también muy nuevo. Pero no nos engañemos, la copla realmente no ha renacido, de momento solo está siendo recuperada.

La canción española fue en sus tiempos de esplendor una lucrativa industria que se materializaba en los teatros, los cines y las emisoras de radio. Como consecuencia de ello abundaban los encargos de nuevas coplas para los espectáculos teatrales y para las películas. Esto dio lugar a la formación de equipos de compositores y letristas, como Perelló, Cantabrana y Mostazo, Ochaíta, Valerio y Solano o Quintero, León y Quiroga. Estos creadores junto a muchos otros produjeron miles de canciones entre las que se encuentran cientos de joyas. Estas piezas preciosas del repertorio coplero son las que se están recuperando y las que deleitan en la actualidad a la gran cantidad de público que acude a los conciertos en directo o que ve la televisión. Se recupera así un género que va camino de convertirse en clásico, pero que no se puede decir que haya renacido pues hoy día las pocas piezas nuevas que se componen suelen ser malas imitaciones de las antiguas y parece bastante difícil que en la actual crisis discográfica la copla encuentre el camino y los medios para un verdadero renacimiento.

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