Flamenco

La Bienal de los Países Bajos mantiene viva su llama

  • Pese a la incertidumbre, la cita prepara su próxima edición con Israel Galván, Rocío Molina, Mayte Martín y Ana Morales como parte del cartel

Mayte Martín abrirá la programación de la Bienal.

Mayte Martín abrirá la programación de la Bienal. / Julián Pérez / Efe

A falta de poco más de dos meses para que arranque la VIII Bienal de Flamenco de los Países Bajos, la cita, una de las más relevantes y consolidadas de la escena jonda a nivel internacional, se mueve en las "arenas movedizas" que marcan las medidas sanitarias por la pandemia. Así, tal y como confiesa su directora Ernestina Van de Noort, el equipo trata de afrontar el desafío de "mantener viva la llama del flamenco en Holanda" en un contexto adverso que ha obligado a replantear el programa hasta en seis ocasiones para adaptarse a las cambiantes normativas, por cierto mucho más restrictivas que en España, "ya que en un primer momento los aforos se redujeron al 25%, luego a un máximo de 30 personas independientemente de la dimensión de la sala y ahora incluso tenemos cerrados los teatros", explica a través de videollamada.

Pese a todo, y esperando que las circunstancias permitan reabrir las salas, la Bienal ha presentado una atractiva programación que reunirá del 22 de enero al 7 de febrero a algunas de las principales figuras del flamenco actual como Mayte Martín, Israel Galván, Rocío Molina o Ana Morales, entre otros, para mostrar sus últimas creaciones en seis ciudades holandesas (Ámsterdam, Utrecht, La Haya, Rotterdam, Eindhoven y Middelburg), según ha adelantado Van de Noort a este diario. En este sentido, en esta "difícil edición" se han dejado de lado las perspectivas de crecimiento que prometían las cifras de años anteriores, donde se programaron 50 representaciones en 25 espacios de doce ciudades holandesas y belgas, para centrar los esfuerzos en salvar el evento con un formato reducido, que se plantea como un díptico en enero y noviembre, y una versión on line, que se está definiendo todavía.

En concreto, se prevé que abra el festival la cantaora y compositora catalana Mayte Martín en el Muziekgebouw de Ámsterdam con un recital "de cante jondo atemporal y libre" en el que estará acompañada por una de las bailaoras más interesantes como es Patricia Guerrero. En el mismo teatro, estará el sevillano Israel Galván, "uno de los bailaores habituales que ya estuvo en la primera edición de la Bienal" y que esta vez traerá Le sacre du Printemps, una reinterpretación emocionante y percusiva de la obra maestra de Stravinsky para la que contará con dos pianistas de jazz norteamericanas: Sylvie Courvoisier y Cory Smith.

Israel Galván. Israel Galván.

Israel Galván. / José Ángel García

El jazz y el flamenco, "dos músicas que aún tienen mucho mundo por explorar", matiza la directora, estarán también presentes en Focus Jazz Flamenco. Ésta contará con una primera parte con el pianista Daniel García Diego, que visita por primera vez Holanda estrenando su álbum Travesuras con su Cuban Quartet, y con una segunda con el bajista y compositor Pablo Martín Caminero, artista residente de esta edición y un músico "versátil, virtuoso y completísimo que recorre todos los géneros".

La vanguardia femenina del baile estará representada por Rocío Molina con la segunda parte de su Al Fondo Riela, la intimista y sorprendente creación que estrenó en la Bienal de Flamenco de Sevilla junto a Eduardo Trasierra y Yerai Cortés. Por su parte, en La Haya estará Ana Morales con En la cuerda floja, una particular reflexión sobre la búsqueda del equilibrio que también estrenó en la cita sevillana junto al trío compuesto por José Quevedo Bolita (guitarra), Pablo Martín Caminero (contrabajo), y Paquito González (percusión).

Como lamenta esta apasionada del flamenco, "para quedarnos con esta Bienal desnuda hemos tenido que matar muchos hijos (en alusión a la expresión inglesa kill your darling)". Aun así, se muestra satisfecha por un cartel que "resume el espíritu innovador que hemos promovido desde los inicios", apostando por exponer las nuevas tendencias de artistas arriesgados, inquietos y personales y por fomentar el diálogo del flamenco con otras músicas contemporáneas, como el jazz, la música clásica, la barroca o la oriental. En esta línea, se enmarca La lyra del mar, una nueva creación, en co-producción con la Bienal de Violonchelo de Ámsterdam que se iba a estrenar el día 25 de octubre y que finalmente debido al Covid-19 se aplazará al próximo año. Este estreno mundial, que reúne a reconocidos músicos de diferentes países del mediterráneo, estará protagonizado por el violonchelista siciliano Giovanni Sollima, el lyra cretense Stelios Petrakis y el guitarrista jerezano Alfredo Lagos, Giraldillo al toque de acompañamiento en la pasada Bienal, además de por Agustín Diassera a la percusión, el cuarteto de cuerda holandés Ragazze Quartet, el bailaor Valeriano Paños y el bailaor cretense Thanasis Mavrokostas.

"Hemos dado al público neerlandés otras gafas con que ver el flamenco", afirman desde la cita

Entre las principales renuncias de la próxima edición, está la de las actividades paralelas (cursos, masterclass, residencias, proyecciones, encuentro con artistas...) que Van de Noort entiende como "fundamentales" y que han tenido siempre un importante peso en el evento. Por eso, como apunta mientras avanza la charla, se contemplan alternativas online, como retransmitir entrevistas, reportajes o documentales que permitan a los aficionados adentrarse en el flamenco desde otra perspectiva. "El streaming es muy complicado en el flamenco porque no hay forma de arte que se beneficie tanto de lo presencial. Por eso, creo que hay que pensar en otros contenidos para que los espectadores puedan vivir desde casa otros aspectos que normalmente no se ven. Particularmente me resultan muy interesantes los procesos de creación, así que trabajaremos en eso", piensa.

En otras palabras, la directora artística pondrá todos "los esfuerzos y el ánimo" para seguir acercando la versatilidad y riqueza del arte flamenco a los holandeses porque prefiere pensar en esta crisis como un reto "que apela a tu propia creatividad y te obliga a romper con las inercias y buscar otras soluciones" y porque tiene claro "que es un arte reparador".

De hecho, ésta es la idea que lleva defendiendo desde hace más de quince años hasta que por fin, comenta, "he podido dejar de justificarme por hacer flamenco y que lo tomen en serio". Es decir, si de algo se siente orgullosa Van de Noort es de haber conseguido el reconocimiento y el apoyo del sector cultural de su país, recibiendo incluso apoyo plurianual del Fondo Nacional de las Artes Performativas.

En este sentido, sostiene, la importancia de los festivales internacionales es doble, ya que no sólo realizan una labor en el destino, "donde hemos proporcionado al público de Holanda y de los países vecinos otras gafas con la que mirar el flamenco" sino también en el origen, "contribuyendo a sostener la estructura del sector y poniendo nuestro granito de arena al desarrollo del flamenco, impulsando sinergias con otros músicos, festivales o países".

Ahora, toca esperar que el próximo enero se cumplan los objetivos y que los contagios no se disparen esta Navidad. Sobre todo, porque "sin el arte la vida es muerte" y porque, como comprobó en su reciente visita a la Bienal de Sevilla, "el flamenco, aunque los políticos no parezcan entenderlo, llena de vida y da motivos para respirar", concluye.

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