Cine

C. Tangana, inconformista crónico

Rogelio González, Cris Trenas y Santos Bacana, los directores de ‘Esta ambición desmedida’.

Rogelio González, Cris Trenas y Santos Bacana, los directores de ‘Esta ambición desmedida’. / Sofía Boriosi

Antón Álvarez, al que sus amigos llaman Pucho y al que el público conoce como C. Tangana, sintió hace unos años la incertidumbre y el cansancio de quien teme que el camino recorrido hasta entonces se ha agotado. Se debatía entre continuar esa senda que lo había llevado hacia el éxito, el rap, o sorprender con una propuesta diferente ante la que su entorno y su discográfica expresaban dudas, Disco Latin, que acabaría rebautizándose como El madrileño. Aquel lanzamiento arriesgado se convirtió en el álbum más vendido de 2021, y Tangana se embarcó en una gira multitudinaria no sólo por los espectadores que congregó, también por el tan disparatado como terriblemente lucido número de artistas que reclutaba sobre el escenario.

De los quebraderos de cabeza y las fricciones que provocó ese tour, de las inseguridades y la progresiva toma de conciencia de un intérprete que odiaba los directos, da cuenta Esta ambición desmedida, el documental –una "tragedia en tres actos"– que dirigen Santos Bacana, Cris Trenas y Rogelio González. Una película que tras su estreno en el velódromo de San Sebastián –otra prueba más del tirón de Tangana para llenar auditorios– recaló en las salas y que sus creadores presentaron el pasado jueves en Sevilla en una sesión para académicos. Esa misma noche, Rogelio González se hacía con el Grammy Latino al mejor videoclip por Estás buenísimo, de Nathy Peluso, un trabajo de LittleSpain, la productora en la que los tres realizadores son socios de Tangana.

Esta ambición desmedida retrata a su protagonista como un niño entusiasta que no sabe frenar su imaginación y se divierte con el juguete carísimo de una gira, un hombre que al principio saca pecho –"soy un artista como la copa de un pino"– y que tras todas las vicisitudes se define como un "currela" que piensa en la comunidad. "Creo que desde Cuba [donde graba partes del disco y donde empieza el documental] a ahora se ha dado un cambio en él", sostiene Cris Trenas. "A medida que se siente validado como artista, conforme referentes como Andrés Calamaro o Jorge Drexler entran con él al estudio y admiran lo que hace, comprende que no necesita ese discurso tan ególatra, tan de rapero que tenía al principio".

“Tangana confía en ti más que tú mismo. Te coloca en una posición que nunca imaginaste”

La película se pregunta, entre otras cuestiones, si los raperos tienen la carrera fugaz de los futbolistas o pueden aspirar a una prórroga más allá de la juventud. "Lo interesante es que él ya conoce todos los códigos del rap, su forma de vida, de entender la música, pero puede utilizar todas esas herramientas para ir hacia otro lado y proponer otra historia", analiza Trenas. "Ese es el mayor problema al que se enfrentan los que se dedican a la música urbana, que el ciclo de su éxito es más corto, que ya no puedes ir por la vida con cierta actitud, ciertos códigos, ya no procede", reflexiona Bacana. "Pucho, que es listo, se percata de esto y sabe que tiene que reformularse de una forma que sienta como propia. De ahí viene toda la idea de El madrileño".

En el tercer acto asoma una duda: qué hará Tangana más adelante. Sus socios no vacilan: "Proyectos en cine, con esta energía con la que se mete en cada aventura. Pero yo lo animo a que no deje la música, porque perderíamos a un buen letrista", dice Bacana, que cree que la complicidad que tienen con el retratado "ha permitido que el proyecto respire más verdad. Igual a otra gente, ante cierto material sensible, Pucho les habría dicho: Ni de coña pones eso".

Un fotograma de 'Esta ambición desmedida'. Un fotograma de 'Esta ambición desmedida'.

Un fotograma de 'Esta ambición desmedida'. / D. S.

Para los cineastas, el tesón con el que Tangana se esfuerza en sus propósitos es una inspiración. "Yo destacaría su forma de animar a la gente, confía en tu potencial más que tú mismo. Te coloca en una posición en la que nunca te has imaginado, te pone al borde del precipicio como ocurrió con esta gira faraónica, y tú sin esperártelo te ves cumpliendo", afirma González, que también expresa su respeto a Nathy Peluso: "Mola trabajar con mujeres empoderadas como ella".

Trenas coincide en la capacidad de Tangana "para transmitir entusiasmo. No hace nada por hacer. En todo lo que emprende se mete de lleno. También exige mucho, no lo negamos. Te pide que vivas con la misma intensidad, pero eso me parece positivo". Bacana, que escribe junto a Clara Roquet su ópera prima como director, concluye que "el inconformismo, que Cris llama inconformismo crónico, al final te acaba abriendo las puertas a algo nuevo".

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