HORARIOS Centros comerciales abiertos en Sevilla el 1 de mayo

FERIA DEL LIBRO 2010 Debate sobre la memoria histórica

La guerra y sus "verdades humanas"

  • Rodríguez Almodóvar, Vaz de Soto, Vélez Nieto y Juan Ortiz reflexionan sobre los límites de la historiografía y la represión franquista como materia literaria

A la vez comedia, sátira y farsa, Si el corazón pensara (Alianza Editorial), la última novela de Antonio Rodríguez Almodóvar, fue para éste algo parecido a una catarsis, aunque la historia también aspira a que el lector sienta la atmósfera de plomo y terrible vulgaridad de la posguerra en los años 40 y 50 en Sevilla. A partir de estas páginas escritas por el autor nacido en Alcalá de Guadaíra (disfrazada en la obra como Villanueva de las Águilas), el historiador Juan Ortiz y los escritores Francisco Vélez Nieto, José María Vaz de Soto y el propio Almovóvar reflexionaron ayer en la Carpa de la Plaza Nueva sobre ciertos territorios que tienen que ver con las "verdades humanas", como las llamó el último, y a las que sólo se puede llegar a través de la literatura.

"Los historiadores tenemos que controlar la pasión, la pasión por la verdad", afirmó en este sentido Ortiz. Por eso el autor de Del golpe militar a la Guerra Civil. Sevilla 1936 considera que "un buen narrador puede penetrar mejor en la verdad psicológica, incluso sociológica" de un tiempo. Una opinión compartida por todos sus compañeros de mesa, desde el director de la Feria, Javier López, a Vaz de Soto y Vélez Nieto, quienes hablaron de la explosión saludable -vinieron decir- "pero tardía" de novelas centradas sobre todo en la posguerra, y por supuesto asumida por Rodríguez Almodóvar, convencido de que la literatura puede llegar, a diferencia de una investigación histórica que merezca considerarse tal, a "las verdades humanas, a lo inefable, incluso a lo cómico" que hay en "lo que llamamos Historia con mayúsculas".

Rodríguez Almodóvar comprende la extraordinaria proliferación en el mercado editorial de obras sobre la Guerra Civil y el árido desierto que siguió hasta la Transición, pues no en vano "la memoria es la materia prima de la literatura". Aunque también le resulta "peligroso escribir de oídas" sobre algo tan complejo. "Yo creo -dijo- que hay haberlo vivido, hay que tener el pálpito de lo que realmente ocurrió... para luego poder contarlo". Y a continuación habló de algunos libros sobre lo ocurrido en España que a su juicio mejor parados salen de tan delicada empresa, como Nada, de Carmen Laforet, A sangre y fuego, del sevillano y "aun así demasiado poco conocido aquí" Manuel Chaves Nogales, o Un año con Queipo de Llano, de Antonio Bahamonde, un católico del bando nacional que llegó a ser alto funcionario del general franquista, pero que huyó en 1938 "horrorizado" por las prácticas de quienes sintió tanto tiempo como los suyos.

De entre los más recientes, a Rodríguez Almodóvar le parecen igualmente recomendables títulos como Largo noviembre de Madrid, que inauguró la trilogía de Juan Eduardo Zúñiga sobre la guerra en la capital; El vano ayer, la novela de "realismo posmoderno" de Isaac Rosa; el "realismo mítico" de algunas obras de Julio Manuel de la Rosa; Los girasoles ciegos, de Alberto Méndez; La muerte tiene la cara azul, del malagueño Rafael Ballesteros (que por cierto estará esta tarde en la Feria); o la celebérrima Soldados de Salamina, de Javier Cercas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios