El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha asegurado este martes que cerrará sus casi dos décadas como regidor provincial “con la absoluta certeza y plena satisfacción de haberme empleado a fondo, junto a mis alcaldes y alcaldesas, para que la provincia de Sevilla sea hoy un bello, próspero y entrañable lugar para vivir y para visitar”.

Villalobos ha calificado en un encuentro con Europa Press los últimos casi veinte años al frente de la presidencia como “una etapa de firme municipalismo activo, de reivindicación y defensa de los pueblos de la provincia de Sevilla y de mimo y cuido a esas localidades que lo tienen más difícil, por lo alejado de la capital o por lo limitado de sus recursos”.

“En todo este tiempo, la Diputación ha querido ser garante de los derechos de todos y cada uno de los vecinos y vecinas de esta provincia” y de su lado ha tenido a aquellos que sienten el compromiso con su gente y trabajan por sus vecinos y vecinas para hacer de su localidad un pueblo todavía más pueblo, todavía más de su gente, todavía mejor’, continuó.

La sensación de Villalobos es que “además de rematar bien, hemos podido disfrutar del camino, porque el municipalismo, si algo tiene, es esa satisfacción plena de ver cómo tu pueblo, ese lugar que amas como patria chica tuya que es, avanza con paso firme”.

A partir de ahí, el presidente desgranó los que, según él, han sido los tres bloques principales de gestión en estas casi dos décadas de su presidencia. En primer lugar habló del “enfoque económico, presupuestario y financiero que, en la recta final, nos está permitiendo invertir casi mil millones de euros con carácter extraordinario en nuestros municipios, porque esa es la cifra si contabilizamos el superávit que habrá disponible del resultado de la liquidación del presupuesto de 2022, junto con los planes Supera, Contigo y Actúa”.

Recordó así que “antes, con la crisis de 2008, llegaron nuevas restricciones en el gasto público y, aun así, no tuvimos que recurrir a las entidades financieras. Lejos de eso, continuamos con nuestra política de austeridad hasta que, ya en 2017, el cierre de aquel ejercicio presupuestario supuso la eliminación definitiva de nuestra deuda bancaria y ahí seguimos, no sólo con cero euros de deuda, sino con la posibilidad de poner a disposición de los Ayuntamientos hasta casi mil millones de euros con carácter extraordinario, desde 2014 hasta hoy’.