Otro paso de tortuga en esa obligada escalada hacia el objetivo europeo. El Betis rescató un punto de su visita a Mendizorroza, en un partido en el que de nuevo se puso por debajo en el marcador y en el que reaccionó a medias hasta sellar la igualada con un testarazo de Emerson. Deja un sabor agridulce esa unidad que aumenta el casillero verdiblanco, después de que acumulase ocasiones para darle la vuelta al duelo, pero también que acabase en inferioridad después de la expulsión de Feddal en el minuto 77.

24 puntos para acabar la primera vuelta es un balance claramente insuficiente para las pretensiones heliopolitanas. La inversión y el coste de la plantilla obligan a mucho más y alcanzado el ecuador del campeonato, el Betis se queda lejos de su objetivo inicial, con ese lastre que le viene suponiendo su mal arranque, pero también partidos como el de Vitoria o el de Cornellá, donde ha sumado de uno en uno ante rivales con debilidades más que evidentes.

Se sabía el tipo de partido que al Betis le esperaba ante el Alavés, un conjunto que viene basando su fútbol en jugar al límite, sobre todo como local, y en confiar en las apariciones de su pareja de delanteros, Joselu y Lucas Pérez. Los verdiblancos quisieron tener paciencia y el duelo arrancó con el guión previsto. El Betis manejaba la pelota ante un Alavés que alternaba el repliegue con una presión alta y los espacios aparecían a las espaldas de ambas defensas. Si Borja Iglesias desperdició la primera ocasión al disparar alto, al minuto siguiente sería Lucas Pérez el que no acertase tras una mala salida de Joel.

Pese a disponer de la pelota, no consiguió el Betis imponer el control del juego y antes del cuarto de hora, y tras un mal control de Borja Iglesias, el Alavés encontró premio a su esfuerzo. La pared entre Lucas Pérez y Joselu rompió la medular bética para que el gallego abriese a la internada de Aleix Vidal. El disparo de éste, con un leve toque en Álex Moreno, superó a Joel Robles y el 1-0 obligaba a la reacción verdiblanca.

Le costó al Betis volver a meterse en el partido y romper el ritmo anodino con el que el Alavés quería dejar pasar el tiempo. Pero los verdiblancos sí dieron un paso adelante en la recta final del primer tiempo, con acciones de Joaquín y, sobre todo, Fekir. El francés, tras un saque de banda ejecutado con celeridad por Canales, se plantó ante Pacheco pero su disparo cruzado se fue junto al poste. Más clara aún sería la opción para el portuense, que desperdició casi sobre la bocina un penalti señalado por Mateu Lahoz tras un derribo a Fekir, con consulta al VAR incluida. Si otras veces Joaquín había engañado a los porteros, esta vez Pacheco adivinó su intención para que el 1-0 se mantuviera al descanso.

La tónica fue la misma tras el paso por la caseta. El Betis, con un Canales más activo, buscaba la reacción ante un Alavés al que le costaba llegar a la presión. Un pase del cántabro habilitó a Fekir, pero el francés de nuevo se mostró poco resolutivo dentro del área y su disparo con la zurda se marchó al lateral de la red. También la tuvo de nuevo Joaquín, esta vez tras un pase atrás de Álex Moreno, pero el remate con el interior del portuense fue demasiado sencillo para Fernando Pacheco.

Ese dominio verdiblanco halló después el premio del gol. Tras un saque de esquina en corto, la pelota llegó a Fekir en el borde del área. El centro del francés encontró la testa de Emerson, que impuso su fortaleza para ganar la batalla aérea y ponérsela imposible al meta alavesista.

Pero tras el gol, el Betis desapareció del juego. Sin ambición para buscar ese segundo gol ante un Alavés que tampoco sabía si atacar o defender, los verdiblancos fueron dejando correr los minutos, sin que tampoco se produjera una reacción en el banquillo. Hasta el minuto 73 no movió piezas Rubi, con la entrada de Diego Lainez por Joaquín, pero poco le duraría ese intento de ir a por los tres puntos.

En un balón en largo sin aparente peligro, Lucas Pérez le ganó la posición a Feddal, que acabó derribando al gallego justo al borde del área. Mateu Lahoz enseñó la tarjeta amarilla al hispano-marroquí pero tras revisar la acción en el VAR acabó expulsando al bético, lo que de nuevo cambiaba el panorama.

De inmediato, Rubi dio entrada al recién llegado Carles Aleñá por Fekir, para buscar ese control del balón que le permitiera llegar al final del duelo sin apuros. Y ese objetivo lo consiguieron los verdiblancos ante un Alavés que tampoco hizo valer ese jugador más para poner en aprietos a Joel Robles. La entrada de Loren por Borja Iglesias sólo supuso un testimonial cambio de piezas y el Betis acabaría el duelo con los tibios intentos de Diego Lainez, demasiado inocente en sus centros o intentos de ruptura.

Los heliopolitanos empiezan 2020 con un empate que no le ayuda demasiado, sobre todo por esa sensación de falta de ambición que mostraron cuando el encuentro se les puso para dar un golpe en la mesa. La carrera por Europa necesita de victorias y más victorias, y ése será el reto para la segunda vuelta si el Betis no quiere acabar en esa tierra de nadie tantas veces criticada en otros tiempos y en la que se viene moviendo en este campaña.