Navidad Alimentación y nutrición

Fiestas sanas mejor que pesadas

  • Especialistas en nutrición pronostican un aumento de peso generalizado (de 2 a 5 kilos) entre la población española durante el periodo navideño · También coinciden en la receta preventiva: moderación y ejercicio

Moderación gastronómica, un poco de ejercicio físico y mucho sentido común. Esta es la receta preventiva que repiten los especialistas en nutrición en esta época navideña de frecuentes excesos con la comida y bebida, con sus consiguientes secuelas poco saludables de empachos, acidez, digestiones pesadas y resacas. Aunque la mayoría de las veces esos problemas no revisten gravedad, sí causan las suficientes molestias como para arruinar parcialmente las fiestas. Y a propósito de fiestas, una primera precisión de los nutricionistas: no todos los días son fiesta, máxime cuando el período navideño cada vez se alarga más en materia de celebraciones gastronómicas. Al final, los productos típicos del cambio de año -incluidos los turrones y unos roscones de Reyes que se anticipan incluso al Olentzero vasco-navarro y al foráneo Papá Noel- se pasan un mes rondando la mesa familiar.

Un simple polvorón suma al menos 100 calorías, y otro tanto hace un trozo de turrón, lo que aconseja no ceder demasiado a sus tentaciones para no cargar un excesivo valor calórico que se traduzca en unos kilos de más. Entre fiesta y fiesta, sugieren los especialistas, conviene recuperar el ritmo de vida más o menos normal, tanto en el ámbito gastronómico como en el de la actividad físiva. En el primer capítulo, las recomendaciones son las habituales para una alimentación equilibrada y pasan, según el presidente del Consejo de Farmacéuticos extremeño Cecilio Venegas, por elegir "mejor los alimentos y, sobre todo, las cantidades".

Otros consejos básicos son comer despacio, masticar bien, no abusar de carnes y alimentos grasos, y sustituirlos en lo posible por verduras, alimentos ricos en fibras, carnes y pescados a la plancha y, por supuesto, suficiente fruta. En cuanto a compensaciones gastronómicas, una cosa es retomar el pulso habitual entre dos excesos festivos, y otra pretender contrapesar estos con un grado mayor o menor de ayuno. "En contra de lo que se piensa, el ayuno engorda", explican especialistas en obesidad de IntraObes, quienes remarcan que nadie debe saltarse una comida -es perjudicial para el organismo- y que es "mejor comer todos los días poco y muchas veces".

Si hay almuerzos o cenas especiales con su correspondiente comida copiosa, se pueden hacer otras comidas más ligeras en ese día, pero de ningún modo ayunar. Capítulo aparte merece la bebida, en la que la moderación, responsabilidad y sentido común resultan aún más imprescindibles, no solo como fórmula preventiva si se va a conducir un vehículo, sino también para evitar las molestas y nada saludables resacas. Sus síntomas típicos son dolor de cabeza, deshidratación, mareos, acidez de estómago y náuseas, y en caso de padecerla, es muy importante reponer líquidos -sobre todo zumos con vitamina C- para evitar la deshidratación. También conviene ingerir alimentos que, como la fruta y los yogures, no irriten la mucosa gástrica, como yogures y frutas. El ejercicio también es clave para quemar unas cuantas calorías que sobran y, de paso, liberar tensiones. "Durante la navidad comemos mucho más de lo habitual, bebemos más alcohol, descuidamos el ejercicio, pasamos más tiempo fuera de casa y, en definitiva, nos relajamos en el cuidado de nuestra salud", apunta el director de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), Rafael García Gutiérrez, que sugiere mantener unos hábitos de alimentación sanos, una dieta variada y un mínimo de actividad física, que podría consistir en media hora de paseo tras levantarse de la mesa.

Para mejorar el descanso en tiempo, conviene no acostarse nada más comer. Y, una vez en la cama, se puede elevar la cabecera y tumbarse sobre el lado izquierdo para reducir la posible acidez.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios