Antes de que las imágenes salieran a la calle, la calle fue en su búsqueda. Se puede contar como una leyenda de Bécquer, la cola en la calle Bécquer para ver a la Macarena que atravesaba Escoberos y se metía en Torres; el gentío en Conde de Barajas para ver al Gran Poder, algunos apostados junto a la casa donde se supone que nació el poeta el 17 de febrero de 1836. Se puede contar también como un viaje entre poetas. Desde los ecos de Antonio Machado, nacido en la Casa de las Dueñas donde fue tan feliz Cayetana de Alba, benefactora de la nueva iglesia de los Gitanos donde está enterrada, a los de Antonio Machado Álvarez, Demófilo, el padre del poeta, muerto el 4 de febrero de 1893 en una casa de la calle Pureza, que este Jueves Santo en las horas previas era un mar de gentes dividido en dos ríos con aguas de verdes esperanzas que procedían de Troya y del Altozano.

Colas en la Bécquer con la Macarena y en la calle natal del poeta con el Gran Poder

Con derechos de autor de Manuel Gutiérrez Aragón y de la tripleta formada por el inglés Ken Annakin, el húngaro Andrew Marton y el austriaco Bernhard Wicki, la película se podría titular La noche más hermosa y El día más largo. Para combatir prejuicios y clichés, antes de que el duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, visitara la iglesia donde moran los restos de su madre, acompañado del obispo auxiliar Santiago Gómez Sierra, qué espanto, dice la Voz del Cliché, un duque y un obispo, pues antes el hermano mayor de los Gitanos, José María Flores, recibe la visita de cortesía de la junta de los Negritos, encabezada por su primer teniente de hermano mayor, Francisco José Marcos. Gitanos y Negros (la hermandad que tiene como historiador de cabecera al antropólogo Isidoro Moreno), el complemento de un aniversario muy especial. El 30 de marzo de 1544 fue consagrado como obispo de Chiapas en el antiguo convento dominico de San Pablo, actual iglesia de la Magdalena, el sevillano Fray Bartolomé de las Casas, Protector de los Indios de Nuevo Mundo. La cola para ver al Calvario era una sierpe. Allí está la pila donde bautizaron a Murillo. El Miércoles Santo, el Cristo de Burgos salió de San Pedro, donde bautizaron a Velázquez. Dos iconos del Museo del Prado.

La imagen de Juan de Mesa bajo la cúpula de la Basílica del Gran Poder.

La primera mantilla se ve por Escuelas Pías. No había Jueves en la calle Feria porque era Jueves Santo. El día que empieza el año en Triana, se lee en una tienda de complementos de la calle Pureza. Dueñas y las Letanías en el mismo escenario, la iglesia de los Gitanos. Al palacio lo representa el duque de Alba, hermano de los Gitanos "desde hace muchos años", como él mismo dice. Al barrio del Polígono Sur, el cura Emilio Calderón, párroco de San Pío X y responsable de la Pastoral Penitenciaria. Llega un equipo de Canal Sur formado por Jerónimo Mingorance y Víctor Manuel de la Portilla, que horas más tarde salía nazareno del Gran Poder. Está acostumbrado. El Viernes Santo de 1992 acabó la estación de penitencia y tuvo que ir a la Cartuja a cubrir el incendio del Pabellón de Islas del Pacífico Sur.

José Manuel Tristán, director de la banda del Maestro Tejera, camina junto a la muralla de la Macarena, con los cascos puestos. Esa tarde su formación musical sale con el Valle y necesita desconectar. Va escuchando a Simon & Garfunkel. Gregorio Serrano, director general de Tráfico, es hermano de la Macarena desde hace más de medio siglo y anoche salió con el Calvario, la hermandad del también ex concejal José Rodríguez de la Borbolla. Joaquín Moreno es hermano de la Macarena, fue archivero de la Amargura y documentalista de Montesión.

La junta de la Hiniesta, con José Antonio Romero, su hermano mayor, a la cabeza, realiza las ofrendas florales de cada Jueves Santo. Guillermo de la Rosa y Miguel Álvarez salen de ver al Gran Poder y toman un refrigerio en el Sardinero. En el servicio de caballeros, uno se siente Matt Damon en Marte. La plaza es una fiesta de fe. En la Feria ya vendrá la fe en la fiesta. Antoñita Benítez Aguilar cumple en 2018 noventa años. Antonio el Bailarín le enseñó los pasos de las sevillanas y en la Feria conoció a su marido, un catalán de Villafranca de los Barros, porque hubo un tiempo en el que los catalanes nacían en toda España. La llevó por muchos sitios, pero siempre vuelve para ver a los suyos salir en la Soledad de San Lorenzo. Su nieto Álvaro, hermano de esta cofradía y del Buen Fin, no ha podido salir porque ha sido el único andaluz convocado para el Europeo sub-18 de Rugby que se disputa en Polonia. Antoñita es la madre de la periodista Marta Carrasco, que la lleva por los escenarios que como el azahar se fueron deshojando conforme caían las horas.

Gente instalada al mediodía en la calle Pureza para ver la salida de la Esperanza de Triana.

El atrio donde se venera a San Judas Tadeo está lleno de la gente que va a ver a los titulares del Silencio. El arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra coincide en la espera con Joaquín Delgado-Roig, hijo del arquitecto Antonio Delgado-Roig, autor con Balbontín de la Basílica del Gran Poder. Sale Manuel García Fernández, medievalista, hermano del Silencio, estudioso de la vida y obra de quien fue su hermano mayor, Mateo Alemán. García es cronista oficial (con calle) de Carrión de los Céspedes, "el único pueblo de la provincia sin Semana Santa". En la vigilia del tiempo, el ex concejal José Manuel Cervera, director de la Fundación Tres Culturas. ¿Cuántas culturas caben en esta conjunción de Gitanos, Indios y Negros con rimas de Bécquer, poemas de Machado, cuadros de Murillo y Velázquez?

El cielo une la espadaña de la Magdalena con la capillita de Aníbal González en el puente de Triana. Pasa Fausto Velázquez y uno se imagina a Frida Kahlo con mantilla; Antonio Moreno Andrade, pregonero de la Semana Santa del 92, va en un coche de caballos con otro amigo y dos damas con mantilla circundando el hotel Colón. Francisco Herrero, de la Cámara de Comercio, salió el lunes con las Penas de San Vicente y vuelve de ver a la Esperanza de Triana, con su amigo Enrique Carmona, número uno de la hermandad, de cicerone. En la espera, acampada incluida, da tiempo a leer las leyendas de quienes vivieron en esa calle: la actriz Antoñita Colomé, el rapsoda Armando Gutiérrez, el orfebre Juan Borrero, Demófilo...