Esta maravilla de retablo de cerámica estuvo hasta el año 2015 en la fachada de la casa número 26 de la calle Rico Cejudo, en el barrio de Nervión. Tras el derribo del inmueble, la propiedad del mismo lo donó a la Hermandad del Dulce Nombre que los restauró, lo guarda y conserva. Es una obra de Enrique Orce Mármol realizada sobre un panel de 49 baldosas y un tamaño de 1,00 x 1,05 metros en el año 1924. El chalet en el que se encontraba fue construido y rifado por la hermandad para conseguir fondos con los que poder ir haciéndose de un buen patrimonio en los primeros años tras su reorganización. La Virgen aparece sin lágrimas, ya que Castillo se las puso en una restauración realizada en el año 1927.