Con la oscuridad, la iglesia llena de personas y las palabras del periodista Cristobal Cervantes como compañía; avanzó el Señor por la iglesia camino de su paso.
Pausadamente y en silencio se fue colocando el Señor en el elevador, hasta que ascendió a su paso.
Fue colocado y de repente sonó una saeta. El martes santo es inminente.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios