El delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano, rompió ayer una lanza en favor del hermano mayor del Valle, Lucas Maireles, y considera que estaría fuera de lugar pedir responsabilidades penales al ex mayordomo que ha reconocido un desfalco continuado de las arcas de la hermandad que se ha elevado hasta los 134.000 euros. Así lo explicó a este periódico: "La postura del hermano mayor es mucho más coherente desde el punto de vista cristiano y cofradiero que la de los hermanos que piden que se juzgue penalmente a este hermano". Manzano tiene una opinión personal muy clara, aunque quien está asesorando a la hermandad desde el Arzobispado es Antonio Vergara, delegado de Asuntos Jurídicos para las hermandades: "No tenemos que llegar nunca al extremo de pedir cárcel. Lo que tiene que primar sobre todo es la misericordia, y más en este año tan importante para la Iglesia". El delegado de Hermandades cree que lo principal es que se restituya el dinero y que la hermandad tiene mecanismos para que el hermano se arrepienta, pida perdón, incluso para expulsarlo si así lo considera.

Lucas Maireles está atravesando sus días más difíciles al frente de la Hermandad del Valle. El desfalco efectuado durante los últimos doce años por el ex mayordomo A. C. ha provocado que la corporación haya presentado, a instancias de la autoridad eclesiástica, una demanda civil para esclarecer los hechos y recuperar los 134.000 euros sustraídos. Los hermanos, como quedó de manifiesto en el cabildo del pasado jueves, quieren ir por la vía penal contra el ex mayordomo, pero Maireles advierte: no será él quien firme esa demanda.

El cabildo general de cuentas del pasado jueves fue muy tenso. Algunos hermanos achacaron al hermano mayor su corresponsabilidad en lo sucedido. Maireles dejó claro que no era partidario de acudir a la vía penal. Así lo cree por ética y convicción cristiana. "Si el cabildo acuerda ir por lo penal yo no seré el que firme esa demanda. Si la hermandad así lo decide tendrá que ser otra persona la que firme".

Maireles recalcó la sorpresa que se han llevado todos en la hermandad con lo sucedido: "Era una persona muy querida, servicial y atenta. Lo que pasa es que las personas se vuelven débiles. No nos ha dado ninguna explicación clara. Espero que ahora, con el tiempo y junto a su familia, pueda hacerlo".

La hermandad ha realizado un inventario durante las últimas semanas para comprobar si faltaba algo más, además del dinero: "Hemos estado mirando sobre todo las joyas de la Virgen con las camareras y el actual mayordomo y también el ajuar de los Cristos y no falta nada".