Sevilla

El acusado del crimen de Los Pajaritos pide perdón y dice que "jamás" quiso "hacer daño"

  • La Fiscalía mantiene su petición de 13 años de prisión por un delito de homicidio

  • La defensa insiste que el acusado actuó en legítima defensa

El acusado durante el juicio en la Audiencia de Sevilla

El acusado durante el juicio en la Audiencia de Sevilla / José Ángel García

El acusado por el homicidio de una mujer en abril de 2016 en un piso del barrio sevillano de Los Pajaritos usado para la venta de drogas, han pedido hoy perdón y ha dicho al jurado que le enjuicia que "jamás" fue su intención "hacer daño a nadie".

"Siento mucho todo lo sucedido, desde el primer momento he reconocido todo lo que ha pasado y jamás fue mi intención hacer daño a nadie" ha declarado D.A.L., de nacionalidad argentina y en prisión provisional desde su arresto dos días después del crimen, en el uso de su derecho a una última palabra en el juicio.

La Fiscalía ha mantenido su calificación de los hechos como un delito de homicidio por el que pide 13 años de cárcel mientras la acusación particular -que inicialmente calificaba los hechos como asesinato- ha rebajado su petición de 22 a 15 años de cárcel al considerar que sólo se ha podido acreditar el homicidio, aunque pide la pena máxima por concurrir la agravante de abuso de superioridad.

La defensa solicita una pena máxima de cinco años al alegar que el acusado actuó en legítima defensa, bajo una "intoxicación plena" por consumo de cocaína y en un estado de "arrebato u obcecación" al estar "encerrado intentando salir" de un lugar que no conocía y desarmado, ya que mató a M.L.R. con el cuchillo que ella misma portaba y que le arrebató para presuntamente repeler su ataque.

Ni la Fiscalía ni la acusación particular consideran que el acusado actuara en legítima defensa porque "el ataque previo de la víctima no está demostrado", aunque portara el cuchillo para defenderse tras iniciar ambos una discusión y, aunque fuera así su defensa no fue "proporcional" a tenor de las heridas superficiales del acusado -un corte en la mano al arrebatarle el cuchillo y arañazos en la espalda- frente a las 45 lesiones de ella, entre ellas dos puñaladas en el pulmón y una cerca del corazón.

"Aquí no hubo una pelea, hubo un ataque brutal del que la víctima intentó defenderse hasta que por la superioridad física del acusado ya no pudo más", ha señalado la fiscal, que ha recordado que M.L.R. pesaba 36 kilos frente a los 100 de D.A.G.

Tanto la fiscal como la acusación particular han incidido en que pese al consumo de cocaína relatado por el acusado durante toda la noche del 3 de abril de 2016, los psiquiatras forenses han testificado que "sabía lo que hacía" pues recordaba todo con detalle.

El abogado de la familia ha recordado al jurado la "historia de vida" de M.L.R., toxicómana desde los 17 años y con estancias en la cárcel pero nunca "agresiva", y el testimonio de su madre que va a diario al cementerio y a cargo de sus tres hijos menores que "sueñan con su madre". Ha señalado la necesidad de "reparar el daño" (solicita 561.000 euros de indemnización a la familia -la fiscal pide 360.000-) pese a admitir que la insolvencia del acusado lo dificultará.

Y aunque la Fiscalía no cree que concurra la agravante de abuso de superioridad porque la diferencia física "no es buscada", la acusación particular defiende que "hay un desequilibrio de fuerzas" que D.A.G. conoce porque estuvo varias horas fumando droga con la víctima y además los hechos sucedieron cuando se quedaron a solas en un piso por el que aquella noche pasaron varias personas.

El letrado de D.A.G. ha subrayado que su cliente nunca ha negado lo ocurrido pero sí las circunstancias, al insistir en que actuó tras un ataque previo en el que ella le esgrime un cuchillo estando él desarmado y en un "un ambiente extraño para él, sin saber quién puede acudir" a apoyar a M.L.R.

El jurado recibirá el lunes del objeto del veredicto sobre el que será entonces cuando se retire a deliberar.

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