Festividad de la Asunción

Un aplauso que rompe el silencio

  • La Virgen de los Reyes varió su recorrido para hacer estación ante el nuevo monumento al Papa, momento que fue saludado por el público · Muchos devotos acudieron a la cita con la Patrona en una fresca mañana.

Aunque parezca que todo es igual que el año anterior, cada mañana de nardos tiene sus matices, algunos más notables y perceptibles que otros. La de ayer fue una procesión con dos protagonistas: la Patrona, como no podía ser de otra manera; y el Papa Juan Pablo II. En una procesión cuyo recorrido es invariable, a menos que haya una causa de fuerza mayor, como ocurrió en 2006 con las obras de la Avenida de la Constitución, que depararon las estampas inéditas de la Virgen por las angostas calles de Santa Cruz; la Patrona de nuevo alteró su camino alrededor de la Catedral, aunque levemente, para postrarse ante el nuevo monumento al beato Juan Pablo II. Ése fue el momento más destacado. La estampa inédita de este 2012. La Virgen de los Reyes ante el Papa que visitó la ciudad en dos ocasiones y que se postró ante ella.

El arzobispo y el Cabildo Catedral, con gran sensibilidad, atendieron la petición de los ciudadanos que han hecho posible que el homenaje de la ciudad a este Papa tan querido sea hoy una realidad. Y en una procesión marcada por el respetuosísimo silencio -sólo quebrado por la música, los motetes y los repiques de la Giralda- el público no pudo contener el aplauso cuando el paso de la Patrona se giró ante Juan Pablo II. Los promotores del monumento quisieron corresponder el gesto con un ramo de gladiolos y nardos que fue colocado a los pies de la Virgen en una ofrenda inédita. Ahora queda por ver si se escucha la petición del alcalde para que esta imagen se repita cada año.

Por lo demás, la mañana de la Virgen transcurrió con normalidad. Eso sí, con más fresco de lo normal para esta época del año, algo que muchos agradecieron. Fue una mañana del 15 de agosto algo atípica. No se cumplió el recurrente refrán que dice que hay tres mañanas que lucen más que el sol. Las nubes, en algún momento, resultaron amenazantes. Incluso hubo algún integrante de la comitiva municipal que preguntó si había llovido alguna vez durante la procesión de la Virgen de los Reyes. Nadie supo responderle.

Pero nada más lejos de la realidad. Este miércoles, con el que comienza para muchos la cuenta atrás para el fin del verano y el regreso a lo cotidiano, sí lució más que el sol en los miles de fieles que cada año acuden a ver a la Patrona. Los devotos de la Virgen de los Reyes son como aquellos galos capitaneados por Astérix y Obélix que traían por la calle de la amargura a las legiones de Julio César: irreductibles. Todos los años se pueden ver las mismas caras en los mismos sitios. Nunca faltan a su cita con la Patrona para pedirle que la salud no les falte y puedan regresar al año siguiente para esperarla en el mismo lugar.

Este año, tras varios sin hacerse, se ha vuelto a vallar todo el recorrido procesional. Afirman desde el Ayuntamiento que así lo habían pedido muchos devotos que se sienten más cómodos y seguros. Sobre todo personas mayores. La procesión transcurre así de manera más ordenada y, además, no supone un problema para se pueda acompañar al cortejo tranquilamente por el perímetro de la Catedral. La movilidad es buena, a pesar de que en determinados puntos los devotos abarrotan el espacio. Sobre todo en el tramo final, desde la calle Fray Ceferino. Cartel de no hay billetes en el otro monumento, el del Triunfo. Aunque el número de personas es similar cada año, es cuando la Virgen entra y la masa se dispersa en busca del reconstituyente desayuno, cuando se puede percibir que la devoción a la Patrona de la ciudad y su Archidiócesis está muy viva y crece cada año.

Sí se está perdiendo, lamentablemente, esa imagen protagonizada por los vecinos del Aljarafe que acudían cada año a pie al encuentro con la Virgen. Cada vez se ven menos peregrinos en esta mañana. Aunque todavía los hay, como un grupo de Castilleja que, con sus varas y todo, acuden cada 15 de agosto para rezar ante la que también es su patrona. Salieron al filo de las 05:00 de la calle Real y a las 07:00 ya estaban apostados frente a la Catedral. "Siempre nos ponemos delante de la Puerta de los Palos para verla salir, pero este año nos hemos venido más atrás, a la fuente, para verla ante el Papa", cuenta Manuel.

Hubo ayer dos temas recurrentes de conversación, antes y después de la procesión, que cuando pasa la Virgen sólo impera el silencio, como ya se ha dicho: el monumento al Papa y la salida de la Virgen del Rocío del próximo fin de semana. La escultura sí genera una aceptación más que mayoritaria entre los devotos de la Virgen. Apenas se pudieron escuchar opiniones negativas al respecto. Tras la procesión, fueron muchos los que se acercaron a contemplar la obra de Miñarro con mayor detenimiento. La frase más repetida fue: "Está muy bonita".

El cortejo que formó ante el paso también se mantiene estable dentro del crecimiento experimentado en los últimos años. Son alrededor de 200 los miembros de la asociación de fieles que portan su cirio. Unos trescientos componen el cortejo contando las representaciones. Que los devotos de la Virgen no se hayan constituido nunca como hermandad -afortunadamente nunca a nadie se le ha ocurrido, y el Cabildo no lo permitiría- es una de las causas que impiden que la procesión y la devoción a la Patrona se banalice como sucede en otros acontecimientos similares.

El tiempo empleado en recorrer las gradas bajas de la Catedral, a pesar de la pequeña alteración de este año para encontrarse con el Papa, fue el de costumbre. A las 09:30, la Virgen estaba encuadrada ante la Puerta de los Palos; y diez minutos más tarde, se adentraba por el cancel tras el desfile del escuadrón del Ejército. La procesión sigue teniendo dos velocidades. La primera parte, hasta la esquina del magnolio, lugar que se barajó en primer lugar para instalar el monumento al Papa, es lenta y pausada. En este tramo es donde tienen lugar las tres posas. A las 09:00, estaba la Patrona en Correos. Luego, viene el tradicional acelerón en el tramo que aglutina a más personas, sobre todo en la abarrotada Plaza del Triunfo. En apenas 20 minutos, la Virgen ya enfila la entrada.

En la Puerta de los Palos un emocionado Francisco de los Reyes Rodríguez, fiel devoto de la Virgen y párroco de San Lorenzo, no se pierde detalle. Como cada año, ha participado en el cortejo, a pesar de que lleva unos días indispuesto. "Ya se ha terminado la restauración de Roca-Amador, a falta de la mesa de altar. Del 11 al 21 de octubre vamos a tener una exposición en la parroquia". Dicho queda.

Desfilaron los soldados e irrumpieron los aplausos. Entró la Patrona en la Catedral igual que salió: sin Marcha Real a pesar de ser la Virgen de los Reyes. Se deshizo la multitud. Unos buscaron el café de la mañana, otros las carreteras para regresar a los lugares de veraneo.

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