Sevilla

El brigadista del 'chemilacoste'

  • Fue el edil más joven de la historia municipal sevillana y ahora tiene el mayor dossier de críticas por su gestión, incluida la desaparición de la cubierta de la Copa Davis

Sus maneras le pusieron de inmediato bajo el foco de la opinión pública y de la publicada no ya por su juventud, que también, sino por hacer trizas el estereotipo del joven comunista por su aspecto físico -"para ser rojo no es condición ir sucio y desaliñado", espetaba en el primer mandato-, su gusto por las ropas de marca y la defensa a ultranza de su libertad conquistada para bucear en el ámbito cofradiero, donde ha llegado a salir de costalero. Estas preferencias, contrapuestas a su sempiterna reivindicación de la causa brigadista en dictaduras y estados autoritarios como Cuba y Venezuela, respectivamente, y su lucha contra el imperialismo, le valieron el apodo de "pijocomunista", referencia que decía producirle "no más que un punto de escarnio" que solucionaba prontamente con uno de sus asertos lapidarios : "La ideología no se lleva ni en la ropa ni en la boca".

Lolo Silva, como él mismo firmaba los expedientes de las delegaciones que presidía, se convirtió a sus 22 años en el concejal más joven de la historia municipal sevillana. Su madre, Carmen Ardanuy -sobre quien pesa un presunto trato de favor al haber sido contratada por una empresa concesionaria del IMD, organismo dirigido por su hijo-, se puso de parto en plena Velá de Santa Ana, en Triana, donde bebió de las fuentes de una familia de ferroviarios de corte de izquierdas.

Su gestión, en cambio, más que su condición, ha sido la que le ha aupado a los titulares de la crónica municipal durante los dos últimos mandatos. Amparado por el gobierno -Monteseirín ha salido en defensa suya en más de una ocasión- y protegido por la coalición de IU -donde hasta ahora era intocable al aportar hasta el 33% de la militancia de base de la capital-, Silva había salido hasta ahora indemne en todas las polémicas, incluso con sentencia judicial de por medio. ¿Un ejemplo? El caso de la cubierta de la Copa Davis, donde el juez le recriminó su abuso de poder al derivar en un funcionario su responsabilidad en el robo y haberlo cesarlo de forma arbitraria.

Para la hemeroteca municipal quedarán otras salidas de tono rayanas en el absurdo, como la ocurrencia de recurrir al Registro para saber si el enchufe denunciado por la oposición -David Domínguez Silva, su primo segundo- era familiar suyo. Nunca perdió los modos, eso sí, y pese a haberse atrincherado en su recta final en Plaza Nueva tras la emisión de comunicados para evitar así responder a las preguntas de los periodistas, siempre les brindó un trato cordial y educado.

Sus reservas para con su esfera privada ha sido otro de sus baluartes. Su dimisión, ironías de la vida, levanta a la postre un pico de ese tapete personal. La persona llamada a cubrir la vacante en el grupo municipal, Ana García Reina, la número 4 en la lista de IU, es hermana de su anterior compañera sentimental. Dicen que su marcha esconde "algo gordo detrás que salpicaría a la institución", y también que responde a la pieza que Chaves, indirectamente, se pidió cobrar en Sevilla. Él, en cambio, se ofrece en sacrificio por la causa de IU, un paso en el que dice ir ligero de equipaje y con un "macuto" camino de la universidad...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios