Sevilla FC

Lo menos parecido a una tarde de paseo

  • Al Sevilla de Montella, obligado a refrescarse, le espera una batalla dura por mucho que visite al colista 

Lo menos parecido a una tarde de paseo

Lo menos parecido a una tarde de paseo

Es verdad que el sevillista anda desconcertado. El Sevilla de Montella lo mismo ilusiona que decepciona. De acariciar una machada a digerir una humillación, otra más. No sabe el aficionado si echarle la culpa a la planificación -el trabajo de Óscar Arias en esta faceta está muy en entredicho desde prácticamente el mes de julio- o a la insistencia del entrenador en un mismo bloque, lo que ha impedido que los resultados hayan llegado a un nivel de continuidad sin el que los objetivos son muy difíciles de alcanzar, por no decir imposibles.

La buena noticia es que el conjunto nervionense se enfrenta a un equipo que le falta muy poco para estar muerto. Colista y desahuciado y con sólo tres victorias en toda la temporada, el Málaga es este año un firme candidato al descenso. Ni la llegada de José González en sustitución de Míchel ha hecho posible una reacción visible, aunque a nivel competitivo o de sensaciones sí ha habido algún cambio, dicen, para mejor.

El peligro está en que el Málaga es el Málaga y la hostilidad regional es un grado que siempre se tiene en cuenta en estos casos, si bien no debería ser una amenaza suficiente ante una plantilla de mayor calidad y en una dinámica que en nada se puede comparar a la de los blanquiazules.

El mayor enemigo del Sevilla, como se ha demostrado, es el propio Sevilla. La exhibición de intensidad, fútbol en fases y capacidad para recuperar el balón realizada ante el Manchester United de Mourinho el pasado miércoles sólo tuvo diez minutos de continuidad ante el Atlético de Simeone por mucho que Montella dijera ayer que fueron treinta minutos. Lo que vino después de la lesión de Jesús Navas y el primer arreón de Diego Costa braceando con Mercado y Lenglet es lo que preocupa en el sevillismo. El cansancio acumulado, la fatiga mental, puede que algo de relajación tras una fase de cierta excitación por la necesidad de enderezar una temporada que se torció... Muchas pueden ser las causas para que no haya llegado esa continuidad necesaria. Sólo cuando el Sevilla tuvo una semana limpia, es decir, sin partido en miércoles y preparando de lunes a domingo dos jornadas de Liga, ha logrado el equipo de Montella enlazar dos victorias consecutivas, con Girona en casa y Las Palmas a domicilio como adversarios y víctimas.

El ex entrenador del Milan ha logrado cambiarle la cara al equipo bajo la premisa de apostar por 11 futbolistas, 12 a lo sumo, y hay que respetar tal decisión si ha logrado su objetivo por mucho que haya opiniones que digan lo contrario. Otra cosa es el peaje que haya que pagar, pero para eso deben estar sus dotes en la dirección del equipo para gestionar pequeños o grandes contratiempos como los que van asomando. Primero protestó la musculatura de Banega, luego fueron Correa y Muriel casi al unísono y ahora ha sido Jesús Navas, que andaba en un momento colosal en su nuevo rol como lateral derecho, el que ha tenido que parar.

Y hoy es un buen día para que el preparador napolitano exponga su capacidad para gestionar los recursos alternativos. Se presenta el Sevilla sin los laterales titulares por la lesión de Corchia (extraña tanto la ausencia de noticias sobre su evolución como el tiempo que lleva Arana en Sevilla sin llegar a debutar) y la sanción por acumulación de amonestaciones de Escudero.

El mexicano Layún, la verdad que poco afortunado ante el Atlético cuando sustituyó a Jesús Navas, es el comodín que tiene el técnico, ya que puede utilizarlo tanto en la derecha como en la izquierda. Mercado podría actuar como lateral diestro, pero necesitaría introducir una pieza nueva en un centro de la defensa que al fin había logrado una estabilidad. La otra opción es la anhelada puesta de largo de Arana, un jugador que no ha disfrutado ni un solo minuto de adaptación antes de tener que salir de titular.

Ésos serán los cambios obligados que deba introducir Montella, pero la fatiga acumulada hace pensar que no se quedará ahí y que también refrescará el equipo del centro del campo hacia delante aprovechando que el rival es el colista, pero sin olvidar que no puede permitirse ni un tropiezo más en la Liga no ya por la distancia con el cuarto puesto, sino por la cercanía de los perseguidores por el sexto.

No va a ser un paseo. El Sevilla siempre es esperado en La Rosaleda con una importante dosis de hostilidad, así que habrá que meter la pierna para llevarse los tres puntos y sacar a relucir la mayor calidad que los hombres de arriba tienen para marcar las diferencias. Si el Sevilla es capaz de romper el partido pronto, mejor que mejor. Si no, tocará sufrir como otras tantas veces.

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