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La patata caliente, a otros

  • Sampaoli culpa a la prensa de los silbidos de la afición y reitera que está ajeno a la cláusula de rescisión y la negociación entre la AFA y el Sevilla.

Sampaoli grita en la banda del Sánchez-Pizjuán.

Sampaoli grita en la banda del Sánchez-Pizjuán. / Antonio Pizarro

Jorge Sampaoli vive en una burbuja... o no quiere ver la realidad. Obnubilado por el sueño de dirigir a la selección de su país, obvia aspectos tan importantes como que tiene un contrato en vigor con una cláusula de rescisión que él firmó hace menos de un año. Y en esa burbuja ensoñada ni siquiera escuchó los silbidos y cánticos que la grada le dedicó. En cualquier caso, dijo, esto sería porque la prensa se salió con la suya. Su actitud, sus mentiras, no tienen nada que ver... El viejo aserto de matar al mensajero.

"No puedo valorar, no sé -respondió balbuceante cuando se le preguntó por los silbidos-, me sentí muy concentrado en el partido, disfruté con el equipo. Después de haber logrado 72 puntos y haber hecho uno de los mejores campeonatos, me siento orgulloso. Estoy feliz", dijo.

Fue más allá en lo del mensajero y la prensa. ¿Entiende que le pitasen? "No, no, ganaron ustedes. Los que quisieron que me pitaran lo lograron. No sentí ningún tipo de agravio en el campo. Si sucedió así habrán ganado la batalla", dijo en referencia a la prensa. Incluso le afeó a un periodista que valorase "versiones, no realidades". "La gente se deja llevar por versiones. La realidad son la gente cercana, utilleros, médicos, la gente que ustedes deberían entrevistar para saber cómo fue el día a día mío. Pero hablando de supuestos usted llegará a los supuestos a los que quiere llegar. Yo no voy a hablar de lo que llega de Argentina o de un Twitter. Los medios de comunicación siempre colonizan la realidad. Para eso le pagan a usted", dijo cuando se le refirió la primera lista que hizo para Argentina.

Más grave fue la forma en que se desvinculó de toda negociación para rescindir su contrato. Dejó la pelota en el tejado de la AFA después de haber aceptado su propuesta. "Yo lo que digo es que valoro la posibilidad de vincularme a la selección de mi país. Si se arregla el vínculo contractual yo seré el técnico de Argentina, pero eso no lo puedo arreglar yo. Eso no me compete, y no lo sé si se arreglará. No puedo generar presión para que alguien me contrate. Hay un contrato y la AFA tendrá que vincularse a ese contrato y de ahí saldrá la posibilidad de que esto suceda o no suceda. Para mí sería muy fácil ratificarme como seleccionador de Argentina, pero hay un contrato que resolver, con situaciones que tienen que ver sólo con la selección de Argentina y con mi actual club, el Sevilla".

Y esa situación pasa por pagar la cláusula de rescisión, según dijo José Castro. "El vicepresidente de la AFA me ha dicho que va a venir a hablar con nosotros y vamos a escucharlo. Nosotros tenemos claro, clarísimo, que hay una cláusula que abonar, y no se puede negociar. Nosotros también tuvimos que pagar una cláusula a la federación chilena. Si hubiéramos querido prescindir del entrenador tendríamos que haber pagado. Es un buen entrenador, por eso lo quiere la AFA, ¿no?".

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