El debut

Lo que nos ha parecido 'Zorra' y Nebulossa en Eurovisión: la reacción del público fue imprevisible

La actuación de España en Eurovisión 2024 en la semifinal, Nebulossa y 'Zorra'

España ya ha debutado en el Festival de Eurovisión, en la segunda semifinal, con una actuación completa aunque ya estaba clasificada junto a Francia e Italia, las otras dos invitadas. El público español también votaba anoche y no pudo empujar a la otra canción en español de la noche, 11.11, la de San Marino, que interpretaba el grupo madrileño Megara. El nivel es muy alto y un pequeño país lo tiene siempre más difícil atraer al televoto eurovisivo, que siempre tiene un componente de vecindad, simpatías de antemano e intereses creados. Por ejemplo, Israel, pese a los abucheos entre el público por la guerra de Gaza, ha entrado en la final por la puerta grande como segunda para las casas de apuestas. Eden Golan y Hurricane está en condiciones de dar una ruidosa e impertinente campanada, aunque el duelo en principio está entre Suiza, clasificada anoche, y Croacia.

¿Y cómo estuvo España? Mucho mejor de lo que podía esperarse. Zorra ha sonado bien. Divertida, que a fin de cuentas fue el motivo por el que salió elevada desde el Benidorm Fest. Teníamos la deuda de Nochentera y se ha cumplido con una más comprometida Zorra. ¿Podemos ganar? En la vida, hay  otras canciones muy buenas y números más conseguidos ¿Quedar en el Top 10? Está posible. Pero si nos sentamos el sábado a ver Eurovisión es para estar preparados para un Bottom 5, por la cola, aunque Zorra hace resonar el graderío y el público vibra. No a la altura del Chanelazo, pero aproximado.

Los eurofans están con Zorra. Han entendido el tema español, empoderado e irónico. Se le replica ("soy más zorra todavía") y se le jalea. Tendrá éxito y eso es un logro.

Mery Bas ha mejorado de forma notoria en su voz. Sigue la línea de Benidorm aunque se le vio algo agarrotada, insegura. Tendría que estar más poderosa, que para eso  lo que canta lo debe sentir. Es como si no quisiera (no creemos que no pudiera) mostrarse ágil.

Los bailarines de Nebulossa en la segunda semifinal Los bailarines de Nebulossa en la segunda semifinal

Los bailarines de Nebulossa en la segunda semifinal / EFE

Si es por falta de elasticidad, es lo contrario que sí aportan de sobra sus semidesnudos bailarines. Y aquí está una de las claves de que Zorra está arropada por el público. Los bailarines que se despojan del vestido para quedarse en corsé saben de su rol y están sonrientes, no afectados de grandilocuencia. Se suman a la diversión de Zorra, como el guiño que hace César Louzán (el de la barba morena, que mira a la cámara. Iosu Martínez, el rubio, se entrega literalmente. Así que con una mirada sin escrúpulos Zorra se convierte en una fiesta. Sus bailarines suman. Tal vez los acompañantes, el marido de Mery y coautor, Mark Dasousa y la percusionista, Anna Villa, también con gestos divertidos, podrían haber añadido algo más.

De realización, hay momentos mejorables que no se van a mejorar (como en los gestos de afirmaciones de "lo sé"), aunque la ambientación virtual planteada entre las posibilidades del Malmö Arena está conseguida, entre dorados y rojo de sala de fiesta y un decorado final, "de postal", con los edificios de Metrópolis que no termina de verse. Los momentos de karaoke animan y Zorra contiene comedia, que no viene mal para calar mejor.

Nebulossa y 'Zorra'. Mery entre sus bailarines en la segunda semifinal Nebulossa y 'Zorra'. Mery entre sus bailarines en la segunda semifinal

Nebulossa y 'Zorra'. Mery entre sus bailarines en la segunda semifinal / EFE

El puesto de España lo determinará el televoto. ¿Se animarán el público repartido por el continente a votar por Zorra entre tanta competencia? Hay cierto voto LGTBI que respaldaría la candidatura española pero se presiente reducido frente a reclamaciones más comprometidas y espectaculares como The Code del cantante no binario de Suiza, Nemo (la favorita junto a El Koala croata y, de forma sobresaltada, Israel y su apoyo político). Nebulossa, por tanto, depende del público familiar, generalista, que se contagie de la diversión de la canción española. El jurado profesional de los países parece que está en otro derroteros, aunque un chaparrón de puntos debería caer.

Zorra no es de lo mejor que hemos llevado, pero se ha crecido al menos para estar en un lugar aceptable repecto a apáticas representaciones de la década pasada, por ejemplo. Pero no nos ilusionemos, aunque sea coreada, le espera la parte final de la clasificación. Y como siempre decimos en días así, ojalá nos equivoquemos por completo y Nebulossa nos dé una sorpresa.

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