Anuario Joly Andalucía 2017

Examen a una Andalucía que mejora

  • La presidenta de la Junta recalca la evidencia de la recuperación económica y cree que es momento de rehabilitar derechos perdidos y ampliarlos

Tres lustros cumple el Anuario Joly Andalucía, que, fiel a su cita anual, presentó su edición de 2017 en el Real Alcázar de Sevilla. Es ya tiempo suficiente como para que una obra como ésta -338 páginas de información, análisis y datos- sea capaz de trazar la senda de Andalucía en sus diferentes ámbitos -social, económico, político o cultural- en este siglo. Una obra nacida con probada vocación de continuidad y editada por una compañía experimentada en esa tarea, pues sólo unos días antes celebraba siglo y medio de existencia, los que lleva saliendo desde la imprenta a las calles Diario de Cádiz, decano andaluz de la prensa.

La cita del Anuario y la propia obra en sí, es un examen que, año a año, sirve para evaluar el estado de la región, de su autogobierno, así como del país en el que se integra y del mundo que les rodea.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que un año más presidió el acto de presentación de la decimoquinta edición de la publicación del Grupo Joly, lo tuvo muy presente en su intervención. Díaz aprovechó ese examen que el Anuario hace a todos, "empezando por el Gobierno" autonómico, para recalcar que, aunque no todos sus deseos se han cumplido respecto a los que formuló al clausurar el mismo acto el año anterior -"una Andalucía con más y mejor empleo en una España y Europa más fuertes, unidas y solidarias"-, sí podía afirmar: "Andalucía, afortunadamente, está mejor que hace un año, y va a estar mejor este año y el año que viene". Las perspectivas económicas, avanzó, son buenas: "Cerraremos el año 2017 por debajo de los 800.000 parados". Esa creación de empleo y ser la comunidad que más altas está propiciando a la Seguridad Social son la "evidencia" que de España y Andalucía están en un "ciclo económico distinto".

Enfatizó también la presidenta, ante un auditorio compuesto por miembros de su Gobierno, autoridades locales y empresarios, el hecho de que por "primera vez que a lo largo de toda la autonomía las exportaciones superan a nuestras importaciones". Y es así "gracias fundamentalmente a dos sectores, radicalmente distintos: el agroalimentario y el aeronáutico".

Ese impulso al empleo se está haciendo, dijo, "en un contexto económico" que su Gobierno no comparte. "Cumplimos con el déficit y tenemos una deuda que está por debajo de la media de las comunidades autónomas. Por lo tanto, en este proceso de crecimiento económico no todos estamos actuando igual. Y no todos entendemos que esa oportunidad de recuperación económica se va a traducir de la misma manera", dijo la presidenta, quien aprovechó su tribuna para pedir que "a Europa se le escuche no sólo cuando se nos exige el cumplimiento del Pacto de Estabilidad, sino también cuando el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dice que los salarios mínimos tienen que subir en nuestro país".

Porque la presidenta defendió que es el momento de recuperar derechos perdidos en la crisis y "ampliarlos". Citó expresamente las 35 horas semanales, la recuperación de la tasa de reposición de personal para prestar los servicios públicos y una oferta de empleo público para 5.500 personas.

También defendió el modelo de educación y sanidad pública que la autonomía ha dado a Andalucía. Y en línea con ese deseo de ampliar derechos, defendió que la educación infantil de 0 a 3 años sea parte del sistema reglado o la apuesta de su Gabinete por bonificar el 99% de las tasas universitarias para "primar y premiar el talento".

Con la sanidad hizo autocrítica, pero discerniendo entre las reivindicaciones que "con lealtad" hicieron los ciudadanos que no creían en el modelo de unificación de hospitales de otras que se movían con el objetivo de "hacer negocio donde está un tercio del gasto público de Andalucía: 10.000 millones". Y recalcó que el usuario "no cuestiona que la sanidad pública en Andalucía sea un ejemplo, que le da seguridad y certidumbre cuando llega la enfermedad".

Díaz continuó alertando sobre dos debates que son importantes para España y Andalucía que están por venir: la financiación autonómica y el modelo territorial. Dos debates que quiso analizar unidos y en los que "Andalucía será una garantía de equilibrio y de igualdad", conforme a la "herencia del 28 de febrero" que ha recibido. Para lograrlo espera contar con el apoyo de todos los grupos parlamentarios "porque es ahí donde nos estamos jugando el presente inmediato y el futuro".

Díaz agradeció la "valentía", del presidente del Grupo Joly, José Joly, quien había alertado antes sobre los riesgos de "palabras o expresiones oportunistas y equívocas que no significan nada", pero que intuye "desestabilizadoras e insolidarias, tales como plurinacionalidad o nación de naciones" por lo que opinó que "a Andalucía le corresponde liderar el contrapeso que asegure que no se cometen arbitrariedades ni se socave la cohesión nacional" .

La presidenta reclamó también justicia y solidaridad al Gobierno central y a Europa en asuntos como el objetivo de déficit o el reparto de las inversiones, en el que fue muy crítica con la reducción del 36% en los Presupuestos Generales del Estado y la falta de apuesta por el corredor Algeciras-Bobadilla o las conexiones ferroviarias de Granada y Almería.

Finalizó Díaz con "mirada positiva" y, reconoció, "moderado optimismo" ante la oportunidad que tiene Andalucía de subirse a la "industria 4.0", frente a otras revoluciones industriales en las que la región había quedado descolgada.

María Jesús Almazor, directora del Territorio Sur de Telefónica, que patrocina como en las 14 ediciones anteriores el Anuario Joly Andalucía, dio motivos para la esperanza. Porque la comunidad está preparada para ese reto de la digitalización, entre otras cosas con un despliegue de fibra óptica hasta el hogar superior a "Bélgica" y en el caso de España por encima de "Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, juntos".

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, abogó en su intervención por luchar contra la dificultad de hacer país, porque nos lastra".

Como es tradición, el acto lo abrió el director del Anuario, Francisco Ferraro, quien hizo un repaso a sus contenidos y un análisis sobre lo vivido, con singular atención a Andalucía, su buena evolución económica y el malestar ciudadano respecto a la sanidad y educación, que luego abordaría Díaz, como queda contado.

La presidenta de la Junta clausuró el acto esperanzada de que "en el próximo examen que nos presentemos" -dijo aludiendo al "profesor Ferraro"- "los datos económicos de Andalucía serán mejores, se creará más empleo, y los derechos que disfrutamos se mantendrán y ampliarán".

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