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Tratado para desgajar el terrorismo yihadista

  • Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad, y el periodista Ignacio Cembrero confrontan sus teorías del origen y evolución de esta lacra

Francisco Martínez se dirige ayer a la audiencia con el moderador Ignacio Martínez e Ignacio Cembrero al fondo.

Francisco Martínez se dirige ayer a la audiencia con el moderador Ignacio Martínez e Ignacio Cembrero al fondo. / juan carlos muñoz

Bajo este formato llevan varios combates mano a mano dos especialistas en el terrorismo islámicos. El ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y el periodista experto en el Magreb Ignacio Cembrero ofrecieron sus agudos conocimientos sobre el terror yihadista en la Fundación Cajasol, donde durante cerca de dos horas hicieron un recorrido con varios interesantes hitos sobre esta lacra que amenaza Europa en los últimos años y que ya azotó España desgraciadamente en 2004 con los atentados en Madrid que dejaron 192 víctimas mortales.

Martínez, hoy diputado en el Congreso, y Cembrero, autor del libro La España de Alá, mantienen sus diferencias sobre la situación de nuestro país respecto al resto del continente, donde sí están sufriendo el azote sangriento de los combatientes del Estado Islámico, sin ir más lejos el lunes con el suicidio de un terrorista en el Manchester Arena. Hay matices en sus puntos de vista sobre cómo se desarrolla en nuestro país la lucha contra el yihadismo, aunque en muchas cuestiones están completamente de acuerdo y sus palabras conforman un tratado pormenorizado sobre la materia.

Quien fuera mano derecha de Jorge Fernández Díaz en Interior desgranó con diapositivas puntos clave como el incremento de los ataques y los muertos en los países de la OCDE en 2015 (650%), los nuevos objetivos yihadistas (ciudadanos y propiedas privadas), el fortalecimiento de Al Qaeda, el nacimiento oficial del EI en junio de 2014, la grave problemática de los desplazados o combatientes extranjeros, su retorno, los lobos solitarios, el terrorismo low cost con camiones o ataques con arma blanca, la honda preocupación de las radicalizaciones y cómo ponerles freno, la eficaz y costosa propaganda del EI, la financiación, el impacto económico en los países afectados, por ejemplo con el turismo... "¿Cómo luchar ante eso? Con prevención de la radicalización, con protección dentro de la dificultad porque lo de Manchester es muy complicado evitarlo, con persecución a los terroristas y con las respuestas que ofrece el Estado de Derecho", resumió.

Tomó el testigo su contrincante Cembrero para hacer hincapié en que "en España no hay tantos motivos para la alarma, por más que haya tantas detenciones, porque sólo son condenados un 20% o 25%; desde los graves atentados de 2004, no ha pasado apenas nada y también albergo cierto optismismo porque los aspirantes a yihadistas de aquí que se han ido a Siria, Iraq o Malí son poco más de 200, nada que ver con los 2.000 de Francia". Interpreta el periodista como dato positivo igualmente que "no encontramos armas o explosivos" y, a su juicio, el panorama, aunque mande la prudencia, "es positivo respecto a nuestros países vecinos".

Considera, asimismo, que los políticos "se curan en salud" con la alertar antiterrorista en nivel 4 y entiende que las medidas de seguridad, con controles en los trenes de alta velocidad pero no en los cercanía, "complican a veces la vida de los ciudadanos" porque "no se puede controlar todo". "La mayoría de los arrestados, como me llego a decir un ministro del Interior, son pobres diablos", reflexionó Cembrero, quien reduce el riesgo de España como objetivo terrorista porque la inmigración -hay cerca de dos millones de musulmanes- "es de primera generación y ésa no hace nunca nada en ningún país, son las segundas y terceras". También realzó el bajo nivel de islamofobia al no existir partidos relevantes de extrema derecha.

Estos últimos argumentos son compartidos por Martínez, que sin embargo estima necesario el nivel 4 de alerta porque "cuanto menos intrépidos seamos, mejor", defendiendo que España es el país europeo con mejor ratio de Policía pública por habitante.

Los dos respaldaron el Plan de Prevención contra la Radicalización, pero Cembrero puntualizó que es condición sine qua non para que llegue a buen puerto que se involucren las comunidades musulmanas, que "rechazan el terrorismo aunque prefieren no entrar porque dicen que no está relacionado con la religión". La integración de los musulmanes, para Martínez y Cembrero, es decisiva para paliar la amenaza. "Si España sigue creciendo al 3%, habrá que potenciar la natalidad, y no con el cheque-bebé de Zapatero; hará falta mano de obra extranjera y los que tenemos más cerca son ellos".

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