La Guardia Civil ha detenido a tres personas e investigado a otras dos por su presunta pertenencia a una organización criminal de ámbito internacional pero asentada en la provincia almeriense, dedicada al tráfico a gran escala de hachís, y ha intervenido además 2.096,600 kilos de esta sustancia.

La Comandancia de Almería ha informado en una nota de que los detenidos durante el desarrollo de la operación Pentecostés son L.B., de 47 años, y S.D., de 36, ambos con domicilio en Francia; así como F.J.S.M., de 54 y vecino de Reus. Los dos investigados son, por su parte, personas de nacionalidad francesa.

La operación Pentecostés se inició el pasado mes de mayo después de que la Guardia Civil tuviese conocimiento de diferentes movimientos realizados por los supuestos miembros de esta organización criminal que traficaba con hachís cuyo origen estaba en el norte de África y cuyo destino final eran otros países europeos, principalmente Francia.

Los agentes identificaron a los ahora detenidos y ubicaron en una nave de la localidad de Ruescas, en Níjar (Almería), la guardería en la que este grupo almacenaba la droga. Posteriormente, el instituto armado pudo determinar la jerarquía y relaciones que existían entre los diferentes miembros de la organización, así como su grado de participación en los hechos.

Así las cosas, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia sobre la nave de Ruescas, a la que finalmente accedieron los agentes cuando en su interior se encontraban tres personas. Allí fueron localizados un gran número de palés con cajas, en cuyo interior se guardaban bolsas de patatas de 2 kilos y, ocultos entre ellas, paquetes de hachís.

Al finalizar el registro fueron intervenidos 494 paquetes de hachís, con un peso cercano a los 2.000 kilos, y detenidas las tres personas que se encontraban dentro de la nave como presuntos autores de un delito contra la salud pública y pertenencia a organización criminal. Además fueron intervenidos dos vehículos que tras ser analizados y estudiados permitieron trasladar la investigación hasta una vivienda de la localidad malagueña de Marbella.

Tras las pesquisas correspondientes, los agentes tuvieron conocimiento que la vivienda puede llevar vacía varios días, por lo que el pasado mes de mayo decidieron acceder a la misma y llevar a cabo un registro de su interior. En el interior de la casa encontraron dos fardos de arpillera de hachís, 86 paquetes cerrados de la misma sustancia, y otras 3 pastillas abiertas, con un peso total de 199,600 kilos, que fueron incautados por los guardias civiles.

La investigación ha permitido determinar que la banda utilizaba rutas de transporte terrestre de mercancías perecedera en la que camuflaban el estupefaciente que había llegado a España previamente por vía marítima con embarcaciones rápidas u ocultas en dobles fondos de botes de recreo. Una vez en el país trasladaban la droga hasta las "guarderías" y la camuflaban entre grandes cantidades de productor perecederos, en este caso patatas, las cuales iban a ser trasladadas en el interior de camiones hasta su destino final, normalmente Francia.