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Andalucía

El fiscal solicita 40 años de prisión para José Bretón por el asesinato de sus hijos

  • El Ministerio Público pide al acusado que indemnice a su ex mujer, Ruth Ortiz, con 600.000 euros y prohíbe que se acerque a ella y a su familia durante los próximos 42 años.

El Ministerio Fiscal pide una pena de 40 años de prisión para José Bretón por asesinar supuestamente a sus dos hijos, Ruth y José, el pasado 8 de octubre. Así se detalla en el escrito provisional de calificación entregado en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Córdoba, en el que además solicita una indemnización de 600.000 euros para la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, así como la prohibición de acercarse a ella y a su familia -su madre y su hermano- en un radio de un kilómetro ni comunicarse con ellos durante los próximos 42 años.

El fiscal acusa a Bretón de la supuesta comisión de dos delitos de asesinato, con la agravante de parentesco, y un delito de simulación de delito por el que solicita una pena de 12 meses de multa a razón de 10 euros diarios.

El fiscal relata en su escrito que el nacimiento de sus hijos fue por iniciativa de su madre, Ruth Ortiz, ya que el acusado le advirtió de que  iba a ser ella quien se encargaría de su crianza. Sin embargo, Bretón tuvo que ocuparse de los dos pequeños una vez que Ruth comenzó a trabajar en Huelva y él se encontraba en paro, pero, según el fiscal, recibieron "escasas muestras de cariño por parte de su padre". En cuanto a la relación con Ruth, el acusado era una persona "muy estricta y poco afectuosa" que además "controlaba en todo momento su vida al fin de que ella satisficiera todas sus necesidades". De este modo, la convivencia de la pareja se fue deteriorando tras el nacimiento de José, hasta que el 15 de septiembre Ruth le comunicó al procesado que "no era feliz" y que, por lo tanto, "habría que tomar decisiones". Dos días después, ella le confirmó que quería la separación y mantener la custodia de los pequeños.

Bretón regresó a Córdoba, en concreto a la casa de sus padres, con el acuerdo de un régimen de visitas para los niños de fines de semanas alternos hasta que se formalizara judicialmente la separación. No obstante, el acusado siempre que coincidía con la familia de Ruth Ortiz "mostraba su enfado por la separación y por el comportamiento que ésta había tenido con él al abandonarlo de esa forma".

A partir de ese momento, tal y como relata el fiscal, el acusado ideó la muerte de sus dos hijos en la finca de sus padres, situada en el polígono de Las Quemadillas, el 8 de octubre de 2011. Para garantizar su "perfecta ejecución", desde el 15 de septiembre hasta el 7 de octubre Bretón permaneció durante un número indeterminado de noches en la parcela para hacer acopio de leña de olivo e idear el mejor modo de acometer su acción. Además, adquirió 271 litros de combustible en una gasolinera de Huelva y tranquilizantes para facilitar la muerte de los pequeños.

Una vez que lo tuvo todo preparada, según explica el fiscal, quiso comprobar la reacción que podía tener un menor en el caso de perderse. Así, en la mañana del 5 de octubre llevó a sus sobrinos al colegio y los dejó solos durante varios minutos "con el fin de verificar la efectividad de la excusa que iba a utilizar tras la muerte de sus hijos escasos días después".

El 7 de octubre recogió a sus dos hijos en Huelva. En la mañana del día siguiente, el acusado dejó a sus hijos en el domicilio de su hermana sobre las 10:30 y, tras coger el coche de ésta, acudió a la finca para comprobar que no había impedimento que pudiera frustrar sus planes. Sobre las 11:30, Bretón regresó a la casa de su hermana y permaneció allí con sus dos hijos hasta las 13:15, momento en el que se llevó a los niños a la vivienda de sus abuelos, donde estuvieron escasamente cuatro minutos.

Según el fiscal, durante el trayecto hacia la finca, Bretón paró el turismo y suministró a los niños un número indeterminado de las pastillas que tenía preparadas, tras lo que llegaron a la parcela sobre las 13:46. Una vez allí, y "antes de acabar con la vida de sus hijos", el procesado llamó a su esposa, aunque al no poder contactar con ella ejecutó su plan de un modo "que no ha podido quedar acreditado". No obstante, el fiscal señala que Bretón prendió una hoguera, que no podía divisarse desde el exterior, con la leña de olivo y el gasoil donde colocó los cuerpos de sus hijos. Además, instaló una mesa en posición vertical tapando la hoguera que actuó como un horno crematorio que alcanzó temperaturas de hasta 1.200 grados. Bretón permaneció junto a la hoguera arrojando combustible hasta que se aseguró que los cuerpos habían quedado calcinados y salió de la finca sobre las 17:30.

Tras llegar a las inmediaciones del parque Cruz Conde sobre las 18:00, el acusado estuvo conversando mediante mensajería por el móvil con su hermano, al que llamó sobre las 18:18 diciéndole que había perdido a sus hijos en el parque. Seguidamente, sobre las 18:40, el acusado llamó al 112 para comunicar la desaparición de los niños, mientras que a las 20:40 se presentó en la Comisaría de Policía para denunciar el suceso, a pesar de que "conocía que no había existido la pérdida porque él les había dado muerte".

Estos hechos, según concluye el fiscal, constituyen dos delitos de asesinato, por los que solicita una pena de 40 años, así como un delito de simulación de delito, por el que pide una pena de 12 meses de multa a razón de 10 euros diarios. Además solicita que, sea cual sea la evolución del acusado, no se le conceda el tercer grado hasta el cumplimiento de, al menos, la mitad de la pena impuesta.

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