LOS fritos siguen siendo una apuesta segura en la Feria de Abril. Platos para compartir con muchos tenedores. La tortilla y el pimiento frito reinan en las trastiendas de las casetas. Otro manjar que ha ido ganando puntos con los años y se ha destapado como muy socorrido para agasajar a los amigos e invitados es el flamenquín. Aún quedan lejos aquellas ferias en las que las gambas, las cigalas de tronco o las raciones de jamón se despachaban con alegría.

Donde la crisis se ha percibido con menor virulencia estos años atrás ha sido en las casetas de los distritos. El trasiego de personas que copan las mesas y las sillas desde primera hora es continuo. Así ocurre, por ejemplo, en la caseta de Macarena-Norte (situada en Pascual Márquez, 85-89). "Siempre está llena. La gente suele tener una jarra de rebujito o de cerveza en la mano, y lo que más se consume es la tortilla", asegura uno de los camareros. Y si tiene más de 65 años, todo le saldrá a mitad de precio. El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la delegación de Participación Ciudadana, aprobó para este año de nuevo una reducción del 50% en los precios de las casetas de los distritos para los seniors.

Pongamos un caso real: una pareja de mayores entra al mediodía (o a cualquier otra hora) en alguna de las seis casetas públicas que se encuentran repartidas por el real. Se acerca a la barra y pide media botella de manzanilla, un surtido ibérico, unas gambas cocidas y un pescado frito. La cuenta llega hasta los 33,70 euros. En el caso de que los comensales superen los 65 años sólo tendrán que abonar 16,85. En el listado de precios de las casetas de los distritos municipales se especifica que estos precios son exclusivamente para consumo propio. Nada que la abuela pida al nieto un refresco y una pinchito de cerdo o pollo.

Estos descuentos afectan a unos precios ya de por si muy económicos. Nos encontramos con la cerveza a 0,90, o la jarra de rebujito de litro y medio a siete euros. Entre la larga lista de raciones tenemos el plato de jamón ibérico de cebo de campo a 12 euros; las frituras (chocos, adobos, boquerones, puntillitas, lagrimitas de pollo, flamenquín casero, gambas rebozadas, bacalao frito con salmorejo, o croquetas) a siete, o los montaditos de lomo, a dos euros la unidad. Aparte, bocadillos desde 2,80 euros y los menús a diez. De primer plato paella o guiso; de segundo, pescado frito o tortilla de patatas; postre, pan y una bebida incluida. O el menú infantil, a siete euros, formado por pasta, arroz a la cubana o paella de primero, filete de pollo empanado, croquetas o huevos fritos con patatas de segundo y postre, fruta o helados, y una bebida. Las casetas de distritos se encuentran ubicadas en las siguientes direcciones del recinto de Los Remedios: Casco Antiguo, en Antonio Bienvenida 97-101; Sur-Bellavista-La Palmera, en Ignacio Sánchez Mejías 61-65; Macarena-Norte, en Pascual Márquez 85-89; Triana-Los Remedios, en Pascual Márquez 153-157; Este-Cerro-Amate, en Pascual Márquez 215-219; y Nervión-San Pablo-Santa Justa, en Costillares 22-26.

Una novedad de este año son las 14.500 invitaciones que ha elaborado el gobierno municipal para que personas o grupos familiares en precaria situación económica puedan comer en las casetas de los distritos. Cada invitación dará derecho a la consumición de un menú consistente en un entrante (a elegir entre plato de chacinas o queso); un primer plato (a elegir entre paella o guiso); un segundo plato (a elegir entre pescado frito o tortilla de patatas), pan, postre y dos bebidas. Para garantizar la transparencia y el correcto reparto de las invitaciones entre los sectores de población más desfavorecidos, el Ayuntamiento cuenta con la colaboración de la Oficina Provincial de Cruz Roja de Sevilla y de Cáritas Diocesana de Sevilla. Ambas instituciones han sido las encargadas de realizar el reparto de las invitaciones a todas aquellas personas o grupos familiares en precaria situación económica, atendiendo principalmente a sectores vulnerables tales como grupos familiares con niños, ancianos o disminuidos físicos, psíquicos o sensoriales a su cargo; familias monoparentales; personas incapacitadas para el trabajo; mujeres maltratadas; minorías étnicas; inmigrantes; refugiados y asilados; ancianos perceptores de rentas más bajas, así como cualquier otro grupo o colectivo especialmente desfavorecido. Con objeto de garantizar que estas invitaciones lleguen al mayor número de población posible, cada persona sólo pudo resultar beneficiaria de una invitación municipal.