Llevan apenas dos semanas de ensayos, pero los intérpretes del musical Los Miserables han vivido ya cómo Jean Valjean recobraba la dignidad arrebatada, Fantine se asomaba al abismo de los sueños incumplidos y Cosette encontraba un padre que la alejaba de los codiciosos y pérfidos Thénardier. "Montamos la función muy rápido para que los actores tengan la sensación del espectáculo completo, y luego vamos profundizando en los detalles", explica Chris Key, director asociado del musical, que se ha desplazado a Madrid para dar forma a este montaje que se estrenará el 17 de octubre en el Palacio de Festivales de Cantabria. Apenas queda un mes para la presentación al público: sorprende que una producción de este calibre necesite tan poco tiempo de preparación, pero los responsables de Stage Entertainment -artífice de los éxitos de El rey León, La Bella y la Bestia o Mamma Mia!, y de la versión de Los Miserables que se vio en Madrid y Barcelona- cuentan con experiencia sobrada. "El proceso empieza antes, cuando comienzan las audiciones", apunta el sevillano Alfonso Casado, director musical de Les Mis en Londres, que estos días también recala en Madrid. "Cuando se busca el elenco somos muy meticulosos, porque sabemos la dificultad que entraña este musical. No sólo hay que atender la parte cantada, los actores deben tener una apariencia acorde con el personaje, y luego también hay que encontrar a gente que forme parte del reparto y que sirva para cubrir a los protagonistas cuando haya alguna urgencia, porque, ya se sabe, el espectáculo debe continuar". Continuará por mucho tiempo: Los Miserables tiene previsto llegar a unas 20 ciudades españolas, entre ellas Sevilla -Nuevo Auditorio Fibes, del 1 al 17 de noviembre de este año- y Málaga, donde estará en julio de 2014.

El equipo todavía tiene que enfrentarse a algunos de los fragmentos más difíciles de la obra, como las escenas que transcurren en "las barricadas, que es la parte más tediosa, más lenta, para nosotros", cuenta Casado, que antes de dirigir a la orquesta de Los Miserables en Londres lo hizo en Madrid. "Es una parte compleja, con elementos de pirotecnia, en la que trabajamos con niños...", aunque los números musicales que repasan en estos días los intérpretes revelan ya la magnitud del espectáculo, y que van desde la aparatosidad de Sale el sol, un pasaje que reúne a los principales personajes de este drama, o Amo del mesón, recreación de la vida en la taberna que exige "mucha utilería", hasta la conmovedora intimidad de Soñé una vida, donde Fantine (Elena Medina) llora su desgracia.

En los ensayos se oye una consigna por parte de Chris Key: "Hacedlo como si nuestra vida dependiera de ello". Y la respuesta es acorde al desafío. "Los Miserables requiere una vinculación muy grande, una implicación que tienen estos intérpretes", manifiesta Daniel Anglés, director residente de la producción, que dejó las representaciones de La Bella y la Bestia en París cuando le encargaron hacerse cargo del "musical con mayúsculas". Anglés cree que "Los Miserables es una pieza coral, contamos la historia entre todos. Estos personajes, Javert y Jean Valjean, no existirían si no existiera París, si no existieran todos los demás... El entorno que creamos alrededor de ellos es muy importante. Y tenemos un ensemble muy joven, pero también muy experimentado, con mucha fuerza, con una calidad vocal impresionante. Se ve que las generaciones nuevas han subido el listón", asegura. Esa cualificación se aprecia también en los apartados técnicos, como mantiene Julia Gómez Cora, directora general de Stage Entertainment. "Con esta producción será la primera vez que las luces y el sonido sean españoles. Eso habla del excelente nivel que ha alcanzado el musical aquí".

La gira por España de Los Miserables -en la versión que se hizo para el 25 aniversario del musical, la misma que se estrena este año en Seúl, Tokio y Toronto y que desembarcará en 2014 en Broadway- reavivará la pasión por una obra legendaria que tras la adaptación cinematográfica se ha ganado nuevos adeptos. En Londres, como ha comprobado Alfonso Casado, Les Mis agota el papel todos los días. "Los de la taquilla me contaron que llevaban 15 semanas seguidas sin una sola butaca libre, y se hacen ocho funciones a la semana en un teatro de casi 1.100 localidades. Supongo que el cine habrá tenido algo que ver con eso".