El acuerdo al que han llegado la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento de Aznalcázar para evitar que éste aplique la Ordenanza de uso de sus pinares y el peaje rociero, propiciará que se renueve el convenio por el que la Administración andaluza ha gestionado durante más de 20 años -primero con el IARA, ahora con la Agencia Andaluza de Medio Ambiente- estos pinares municipales y que, tras una prórroga, expiraba en marzo. Eso sí, en el texto se incluirá la obligatoriedad de que el Consistorio reciba una cantidad de dinero, que no se ha hecho pública aún, por la aglomeración que se produce en la zona durante la Romería del Rocío que le permita contratar, directamente, a personal para vigilar y controlar la limpieza y cómo queda todo tras las acampadas.

El objetivo es doble: por un lado, se pretende que la repercusión en la economía local del paso de más de 70 corporaciones y 250.000 personas por una zona protegida sea mayor; por el otro, se busca mejorar la limpieza durante esos días y la conservación para el resto del año de 1.400 hectáreas de pinares, que son el principal atractivo y activo del municipio. Ambas cosas son una demanda vecinal, desde hace muchos años. La alcaldesa, Dolores Escalona (PSOE), recordó ayer que es justo lo que el Consistorio quería hacer con la fianza de 3.000 euros a las agrupaciones que sestean o pernoctan en la zona (que se devolvería si lo dejan todo como estaba) y el canon de 25 euros por vehículo, para contratar al personal necesario.

Esta vigilancia, que al final se hará con más fondos públicos, será adicional al dispositivo de limpieza y recogida de residuos que, dentro del Plan Romero en Sevilla, asume la Diputación. El año pasado, la Corporación destinó a ese cometido en los caminos de la provincia 100.000 euros: se recogieron más de 60 toneladas de basura en contenedores y cubas y quedaron otras 20 dispersas por los caminos, que se tienen que recoger manualmente. Todo ello se hace con empresas, que acuden con su personal, pero no siempre de las zonas en las que realiza el trabajo.

Escalona destacó que en el nuevo convenio con la Consejería de Medio Ambiente también se incluirá que el Consistorio participe "con voz y voto" en los convenios que afecten a la zona, por ejemplo de reforestación, de forma que se logre también la máxima repercusión para el municipio.

El Ayuntamiento denunció hace un año este convenio con la Junta, para forzar una negociación y más compensaciones, pero parece que ha sido finalmente la negativa de las hermandades a pernoctar en la zona si tenían que adelantar una fianza y pagar un canon por vehículo, el que ha forzado el acuerdo.

Escalona, que no se presenta a la reelección en los comicios municipales de mayo, adelantó ayer que la Ordenanza de aprovechamiento y usos forestales, que la Junta tiene recurrida en los tribunales, volverá a pasar por el Pleno para derogar todo lo que afecta la romería, no así lo que se refiere al resto de usos, como las tasas y permisos necesarios para recogida de leña, frutos o plantas, que se mantendrán.

Por su parte, el nuevo delegado del Gobierno de la Junta en Sevilla, Juan Carlos Raffo, reconoció que dentro del Plan Romero se estaban buscando alternativas para las acampanadas por si no había acuerdo y que éste se produce después de un año de negociación. Satisface a todas las partes, dijo, y repercutirá en la mejor conservación de los pinares de Aznalcázar y minimizará el impacto que tiene la romería en el pinar, pese a los avances que se han hecho con las campañas de concienciación y el trabajo de las hermandades.

El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, preguntado también sobre el asunto, destacó que la fianza "no era la solución" al "deterioro" que sufre este paraje natural por la romería y que la Junta y la Diputación, con la colaboración del Ayuntamiento, "pondrán lo que haga falta" para mejorarlo. En las hermandades, "hay personas muy responsables y otras que no lo son", dijo, aunque a su juicio la solución no es que todos paguen por igual "los platos rotos". "Llevamos años haciendo campañas de concienciación con folletos y el número de contenedores de basura se ha multiplicado, pero hay algunas personas que aunque le pongas el contenedor a un metro siguen echando basura al suelo".

En su día, esta ordenanza se aprobó en el Pleno de Aznalcázar con el apoyo del PSOE e IU. El PP, por su parte, había abogado por que se negociara una solución alternativa, aunque había reconocido la necesidad de medidas adicionales por la basura que deja el paso de las hermandades.