Las Naves del Barranco ya tienen precio de explotación como mercado de excelencia. Urbanismo fija en el anteproyecto del pliego de condiciones el canon mínimo anual al que tendrá que hacer frente la adjudicataria del negocio: 230.154 euros. El concurso se abrirá en breve con el objetivo de que a finales de abril se conozca la oferta ganadora. Entre los interesados en explotar el Barranco como un mercado gourmet al estilo del madrileño mercado de San Miguel se encuentran varios personajes conocidos, como los matadores de toros Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez -que concursarían por separado- y el periodista Carlos Herrera. El Ayuntamiento tiene constancia, al menos, del interés de los tres por presentar ofertas, así como de otros nombres conocidos en el sector hostelero que también podrían estar interesados en participar en el concurso de forma individual o en alianzas, como podrían ser el dueño del restaurante Joy Eslava, de Madrid; la firma de catering Miguel Ángel, Manuel Juliá e incluso los titulares actuales del mercado de San Miguel.

A la hora de concursar, las alianzas son más que previsibles. Francisco Rivera Ordóñez admitió este miércoles a este periódico su interés por el proyecto: "Lo estoy estudiando". A él podría sumarse la sociedad del periodista Carlos Herrera, que también confirmó a Diario de Sevilla su interés por la iniciativa, aunque siempre en un plano secundario.

Fuentes cercanas al diestro Cayetano Rivera Ordóñez explicaron que están a la espera de conocer el pliego definitivo de condiciones antes de elevar una propuesta. Por su parte, el Grupo La Raza, que ha abierto nuevos negocios de hostelería con éxito en la ciudad, aseguró que no aspirará en ningún caso a hacerse con la gestión del negocio. Todo lo más, sopesaría la opción de regentar algún puesto.

En el anteproyecto del pliego de condiciones también se reflejan las obras de acondicionamiento que deberá asumir la adjudicataria, valoradas en un principio en 1.037.277 euros. Los trabajos no abarcan solamente el recinto bajo la estructura de hierro, sino la construcción exenta que hay a la vera de las naves -conocida como el Husillo- y el entorno inmediato, donde se autorizará la instalación veladores y sillas y se permitirá la construcción de un quiosco-bar con cocina y sin música en la bancada del parque. De hecho, en el anteproyecto se hace referencia siempre al "conjunto de las Naves del Barranco".

La realización de las obras necesarias y descritas en el anteproyecto del pliego son una condición indispensable para comenzar a explotar el recinto como mercado de excelencia.

Las empresas pueden, obviamente, proponer el pago de un canon mayor al mínimo estipulado, así como presentar una serie de mejoras en el proyecto. Una de las posibles sería la construcción de un pantalán que permita la llegada en barco. En la orilla de enfrente se inaugurará en abril un pantalán a la altura del Castillo de San Jorge. Sería una forma de atraer el turismo náutico que atraca sus embarcaciones en el Club Náutico de Sevilla.

Los planes de Urbanismo fijan el comienzo de las obras antes de verano para que el mercado esté en funcionamiento en un año. El mercado constará de 25 puestos en el interior, acomodados a la estructura para no romper con el entorno. El espacio central será el eje del que parta de manera simétrica la edificación y en el sótano se realizará la construcción de unas pequeñas instalaciones para la ubicación de cámaras frigoríficas. Además, en la entreplanta se instalarán unas oficinas, y entre el puente y el edificio, donde se encuentra una barandilla, ésta se eliminará para la colocación de una terraza con vistas al río.