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Francisco Guerrero se convierte en el nuevo decano de los jueces

  • El juez vence tras dos intentos anteriores y se impone a los otros tres candidatos. Reclama más juzgados y "racionalizar" el espacio actual de las sedes judiciales.

Francisco José Guerrero Suárez (Sanlúcar la Mayor, 1959) es desde este momento el nuevo decano de los Jueces de Sevilla. El ganador ha sido nombrado tras contar con el apoyo de 90 de los 98 jueces que han depositado su voto. Aspiraba por tercera vez al decanato, tras dos intentos en las elecciones de 2004 y 2008. Está casado y es padre de cuatro hijos. Ingresó en la carrera judicial hace 27 años y desde 1992 es titular del juzgado de lo Penal número 3 de Sevilla. El magistrado se ha pronunciado en otras ocasiones sobre la necesidad de crear más órganos judiciales y disminuir la carga de trabajo de los jueces.

Francisco Guerrero ha reclamado este viernes la creación de nuevos juzgados y ha apostado por "reutilizar y racionalizar" las actuales sedes judiciales de la capital, una vez que la Consejería de Justicia ha descartado el proyecto de Ciudad de la Justicia por la crisis.

Guerrero fue elegido nuevo decano en una segunda vuelta de las elecciones -en las que podían votar 98 jueces- al haber logrado 41 votos frente a los 31 que obtuvo el juez Francisco de Asís Molina, los 10 de Mercedes Fernández, y los 7 de Celia Belhadj-Ben Gómez.

El nuevo decano, que no pertenece a ninguna asociación profesional y se presentaba por tercera vez a las elecciones, ha dicho que los jueces de Sevilla están "sobrecargados" de trabajo y en una situación que calificó de "agobiante", por lo que reclamó la ampliación de la actual planta judicial, sobre todo en lo que se refiere a reforzar los órganos de Primera Instancia, de lo Social, de lo Contencioso-Administrativo y de lo Penal.

Sobre las declaraciones del nuevo consejero de Justicia, Emilio de LLera, que esta semana dijo que la realización del proyecto de ciudad de la Justicia entra "en el campo de la ciencia ficción", Francisco José Guerrero ha dicho que su opinión en materia de edificios hay que "reutilizar y racionalizar" el uso de los inmuebles que hay actualmente, porque a su juicio "hay espacios todavía por ocupar y con una mínima inversión, con un no gasto, se puede ampliar la planta judicial".

El nuevo decano también ha apostado por la puesta en marcha de una vez del servicio común de ejecutorias penales, un proyecto que la Consejería de Justicia tiene paralizado desde hace años, y que según recordó es una "petición expresa" de la junta de jueces de lo penal y que "con imaginación y aplicando la normativa" podría crearse.

Francisco Guerrero ha dicho que con las ejecutorias -cuyo control estuvo en la base de los errores judiciales del caso Mari Luz- los jueces están siempre alertas.  "Estamos en permanente tensión y en actitud vigilante sobre un número de ejecutorias que no podemos abarcar", ha aseverado el magistrado, que ha destacado igualmente que en estos momentos la demora media de un juzgado en señalar un juicio desde que la causa llega al juzgado está en un año o año y medio, mientras que hace un tiempo señalaban la celebración de los juicios a los dos meses de recibir el asunto.

El nuevo decano también ha explicado que entre sus objetivos está el mantener un "trato cercano" con sus compañeros y solucionar los problemas que surgen a diario.

Francisco Guerrero ha abandonado los juzgados de Viapol acompañado por la secretaria de su juzgado y la juez Mercedes Alaya, la instructora de la causa de los ERE fraudulentos, que ha sido la última de sus compañeros en salir del edificio tras la celebración de las elecciones.

El decano saliente, Federico Jiménez Ballester, que ahora ocupará una plaza en la Sección Octava de la Audiencia de Sevilla, ha lamentado dejarle a su sucesor la "asignatura pendiente" de los edificios judiciales, una vez abandonado el proyecto de la ciudad de la justicia. En el plano personal, el magistrado ha dicho que no ha optado a un tercer mandato porque entiende que "ocho años es tiempo más que suficiente y le apetecía volver al ejercicio de la jurisdicción". Durante estos ochos años, Federico Jiménez asegura que se ha sentido por sus compañeros, que según considera hoy han dado "una lección de interés" al haber concurrido mayoritariamente a votar.

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