El Ayuntamiento de Sevilla fue este domingo la única administración implicada en la defensa del patrimonio histórico de Sevilla -obligación que comparte con la Junta de Andalucía y Estado-, en reaccionar ante la propuesta de la Unesco de incluir a Sevilla en la lista de patrimonio mundial en peligro. Sin embargo, lo hizo cambiando radicalmente la postura que había mantenido hasta la fecha de solicitar el cese de las obras de la Torre Cajasol para pasar a defender el rascacielos alegando, principalmente, la generación de empleo en estos momentos de crisis económica.

En un comunicado remitido a esta redacción, el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, aseguró que el Consistorio "va a intentar convencer a la Unesco de que la Torre Pelli no supone ningún impacto negativo sobre el paisaje histórico de la ciudad, y que su construcción no afecta ni influye en la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, declarados Patrimonio de la Humanidad". Estamos muy lejos ante aquel Vílchez que, en su día, exigió a Cajasol la paralización de las obras.

El delegado de Urbanismo aseguró que van "a seguir defendiendo la declaración de Patrimonio de la Humanidad de los tres monumentos, por eso esperamos convencer al organismo internacional de que la construcción de la Torre Pelli no les afecta". Asimismo, usó el argumento de que "tampoco se pueden poner en juego todos los empleos que va a crear la torre Pelli, por eso nuestra obligación es convencer a la Unesco".

"El Gobierno de España a va apoyar a Sevilla para que los monumentos no pierdan la calificación", dijo Vílchez, quien también pidió a la Junta de Andalucía que se sume para ir las tres administraciones de la mano". En este sentido hay que recordar que, hasta la fecha, la Junta de Andalucía ha negado que tenga ningún tipo de responsabilidad en la construcción de la Torre Cajasol, pese a que ostenta las competencias de Patrimonio Histórico.

El delegado de Urbanismo asegura que "si vamos las tres administraciones juntas seguro que conseguiremos nuestro objetivo"; y añadió que "entendemos que la Junta se va a sumar seguro,  ya que fue la Administración autonómica quien concedió la licencia de la torre". Lo que sí está claro es que ya han hablado los técnicos y que éste es el momento de la diplomacia en la Unesco. Todavía no hay nada decidido al cien por cien.