Las unidades móviles de cuidados críticos y urgencias (DCCU) se reforzarán con dos equipos completos (cada equipo cuenta con un médico, un celador y un enfermero) a partir de mayo, de modo que de los 26 equipos actuales, la ciudad pasará a contar con 28 equipos. Tras meses de negociaciones, los sindicatos y el SAS han alcanzado un acuerdo para mejorar este servicio sanitario que atiende a las urgencias extrahospitalarias en las unidades móviles y los siete puntos fijos de los centros de salud.

Según este pacto, durante todo el año varias comisiones estudiarán las necesidades de recursos humanos y materiales que denuncian los trabajadores desde hace meses; y se adelantará media hora la jornada de las Urgencias extrahospitalarias en los puntos fijos de los centros de salud (Amate, Alcosa, El Cachorro, Ronda Histórica, El Greco, Pino Montano-B y Torreblanca), de modo que esta asistencia comenzará a las siete y media de la tarde los días laborables desde el 1 de mayo.

Pese a las medidas de mejora que negocian los sindicatos (CCOO, UGT, Sindicato Médico, CSIF y Satse) con la Administración sanitaria, los trabajadores continuarán dando más pasos ante Defensor del Pueblo, partidos políticos y asociaciones de vecinos para tratar de lograr aún más recursos para esta asistencia, así como mayor coordinación con el 061 y el 112.

Los dispositivos de cuidados críticos y urgencias de Atención Primaria (DCCU) no han parado de sufrir recortes durante los último años, hasta ahora. Cuando estos dispositivos fueron creados en 2005 contaban con 36 equipos móviles para atender 24 horas del día en turnos de 12 horas a una población que superaba los 700.000 habitantes. Entonces la ciudad se dividía en ocho áreas. Desde entonces la pérdida ha sido constante hasta los 26 equipos actuales. A partir de mayo se recuperarán dos equipos pero los trabajadores insisten en la necesidad de que la ciudad cuente con 30. En verano de 2012, los DCCU perdieron la sexta zona de la ciudad que se localizaba en el Porvenir, y desde entonces son cinco las zonas en las que se distribuyen las urgencias extrahospitalarias. Durante sus actos reivindicativos, los trabajadores han expresado su temor ante las constantes pérdidas y han apuntado a una tendencia hacia la privatización del servicio de ambulancias.

Tras meses de protestas, los sindicatos han logrado arrancar del SAS el compromiso de analizar las necesidades de este servicio para adecuarlo a la demanda asistencial. Otro de los pasos dados por el SAS es la incorporación de un vehículo de intervención rápida para asistir a pacientes en zonas donde la ambulancia tiene complicaciones de acceso. Este vehículo contará con un equipo completo y funcionará las 12 horas del día durante los meses de alta frecuentación, noviembre, diciembre, enero y febrero. Otra de las peticiones con las que continuarán estos trabajadores es la ampliación del servicio de este vehículo de intervención rápida para que esté operativo durante todo el año.

La mayor parte de la población que requiere la asistencia de los DCCU es muy vulnerable: el 80% es mayor de 65 años afectados por varias patologías y polimedicados. Esta población no suele modificarse en la época estival, por su nivel de dependencia, por lo que sigue demandando atención domiciliaria urgente en cualquier momento del año. Las demoras en los periodos invernales, cuando se registran considerables aumentos en los avisos a Urgencias, han alcanzado en el último año las siete horas, un tiempo excesivo para aquellas personas que requieren de esta atención urgente a domicilio.