Los incidentes de la Madrugada del Viernes Santo siguen generando una cierta polémica casi tres semanas después, en plena Feria de Abril. El Ayuntamiento de Sevilla mantiene que no cometió ningún error de previsión ni de gestión y alega que la situación quedó controlada en diez minutos, según ha respondido el delegado de Movilidad y Seguridad del Consistorio sevillano, Juan Bueno, a una serie de cuestiones planteadas por el Grupo Socialista a la comisión de ruegos, preguntas e interpelaciones.

El PSOE denunciaba los "intentos de engañar a los ciudadanos y de eludir responsabilidades" del alcalde, Juan Ignacio Zoido, que había incurrido en "evidentes contradicciones, inexactitudes y afirmaciones falsas" a la hora de hablar del dispositivo policial previsto para la Madrugada. En la respuesta de Juan Bueno a los socialistas, a la que ha tenido acceso este periódico, el gobierno local insiste en que esa noche había 500 policías trabajando, distribuidos en 320 agentes de la Policía Local y 184 de la Nacional. Como ya publicó este periódico, sólo había 23 policías locales que pudieran intervenir ante una incidencia como la ocurrida, pues el grueso del dispositivo se centraba en la carrera oficial y en el acompañamiento de los cortejos. Para inflar la cifra de policías, el Ayuntamiento incluía en el dispositivo al cuerpo de gala, a los agentes que estaban en las garitas de los edificios municipales o los de la sala del 092, entre otros.

El delegado admite que se desactivó el nivel II del dispositivo, pero que se hizo porque se comprobó la "inexistencia de obstáculos y que la zona estaba impermeable al tráfico". El nivel II corresponde a las vías de evacuación del centro, entre las cuales está la plaza de la Encarnación y su entorno. Una pelea en una botellona que se realizaba en la plaza mayor de las setas, en la que participaron unas 30 personas, generó las carreras y los incidentes que destrozaron el cortejo del Silencio.

Según el Consistorio, en esta zona hubo dos de los ocho equipos de intervención de la Policía durante toda la noche. En cuanto al control de la botellona, el delegado de Seguridad afirma que la Policía Local impuso 127 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública durante la Semana Santa, además de inspeccionar 569 establecimientos, de los que 455 fueron denunciados por infracciones a las ordenanzas municipales.

El Ayuntamiento admite que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, sólo asistió a una de las reuniones del Cecop durante la Semana Santa. En concreto, "y como es tradicional", fue a la del Jueves Santo, precisamente la que precedió a los incidentes de la Madrugada. Bueno apunta que él asistió a todas las reuniones excepto a la del Miércoles Santo. En las semanas previas a la fiesta, se celebraron ocho reuniones de trabajo. Según su versión, tanto los incidentes como el escape de gas de la calle Feria se comunicaron al Consejo de Cofradías inmediatamente después de producirse.