Polémica por dos nuevos aprobado de despacho. La Delegación territorial de Educación ha otorgado la calificación necesaria a dos alumnas para que aprueben una asignatura que habían suspendido en el último examen con un uno. La comisión técnica encargada de tramitar las reclamaciones se aferra para aprobarlas a un defecto de forma en la documentación aportada por el centro donde estudiaban, pese a reconocer que los conocimientos que poseen ambas sobre la materia en su día suspensa son "insuficientes". El Sindicato de Profesores de Instituto de Andalucía (APIA) considera que con esta decisión se da "una bofetada" a la calidad educativa.

La burocracia por encima del conocimiento. Ésta parece ser la máxima que impera en la administración educativa a la hora de atender las reclamaciones contra las notas que otorgan los centros de enseñanza. El último caso se ha producido en el IES Virgen del Castillo, de Lebrija. El pasado septiembre dos alumnas que cursaban segundo de Bachillerato, en la modalidad de Ciencias Sociales y Humanidades, habían suspendido la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo -del primer curso- con un uno.

Estas estudiantes iniciaron un proceso de reclamación que tras agotar su fase administrativa en el referido instituto continuó en la Delegación de Educación. Allí la comisión técnica creada para estos casos dio curso a la petición, que ha acabado otorgándoles a ambas un cinco, la nota mínima para aprobar la asignatura. En la resolución emitida por este órgano se alude a un defecto de forma del centro para desestimar el suspenso. En concreto, la comisión se refiere a que el instituto no aplicó a las alumnas un plan de recuperación "personal" para esta asignatura. El sindicato APIA recuerda que la normativa autonómica obliga a poner en marcha dicho plan, "pero de forma genérica". "En ningún momento se dice que haya de personalizarse", refiere uno de los representantes de la APIA.

La supuesta carencia adquiere más peso para la Junta que la falta de conocimientos de las dos alumnas en Historia del Mundo Contemporáneo. De hecho, la propia administración reconoce que son "insuficientes", pero hace prevalecer la falta de un plan concreto de recuperación.

Para la APIA, este nuevo caso "deslegitima" la labor docente en los institutos, "además de ser una bofetada para la calidad educativa". A ello se une el "descrédito" para la Inspección educativa, que ha estado al tanto del plan de recuperación que se les aplicó a las alumnas. Siempre que un aprobado de despacho ha salido a la luz la Delegación de Educación ha defendido que se trata de ejemplos "muy minoritarios" que cumplen un proceso reglado.