El aviso de "cerrado por vacaciones" escrito sobre una pizarra negra continúa en la fachada de Pizza Roma, el establecimiento que Ana Huete regentaba junto a su pareja en Granada. Habían cerrado durante el mes de agosto para ir a Italia, la tierra natal del novio de la granadina que ha perdido la vida en el fatal terremoto que el miércoles golpeó el centro de Italia. El silencio reina ahora en este establecimiento donde hace unos meses la joven, conocida por sus enormes rizos rojos y su permanente sonrisa explicaba con soltura en una entrevista la calidad de los productos de este establecimiento muy conocido en el barrio de Plaza de Toros. El mismo sitio donde hoy amigos y familiares despositarán flores en recuerdo de Ana, pero también de todas las víctimas que se ha cobrado el devastador terremoto.

La noticia sobre la muerte de la joven se confirmó en la mañana de ayer. Sus padres ya conocían el fatal desenlace después de que el novio de la joven, herido tras el seísmo, se pusiese en contacto con la familia. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores se mostró más cauto y prefirió esperar para informar sobre el fallecimiento hasta tenerlo confirmado. Lo hizo en la mañana de ayer después de recibir el aviso por parte de las autoridades italianas.

La joven, natural de Alfacar, era muy conocida también en Víznar, donde vive ahora su familia. No obstante, durante años habían residido en una conocida urbanización de la capital donde su padre trabajaba como jardinero, por lo que se había criado en la capital granadina.

En el momento en que tembló la tierra, Ana se encontraba junto a otras mujeres en la planta inferior de la vivienda. Su pareja estaba en la planta de arriba junto a otros hombres. Así lo explicó ayer a Europa Press el tío político de la joven, Nicolás Espigares.

Según detalló, los familiares iniciarán a nivel privado los trámites de repatriación del cadáver y volarán hoy a Roma para iniciar el proceso que les permita traerla a Granada. En este sentido, Espigares detalló que la Embajada aconsejó a los padres no acudir a Italia hasta que haya pasado como mínimo un día. Por otra parte, el tío de la fallecida, confirmó que fue la pareja de la víctima quién comunicó a sus padres el fallecimiento. Él mismo había identificado el cadáver.

La pareja se conoció después de que Ana entrase a trabajar en el establecimiento que el italiano abrió en 2009. No era la primera vez que la joven visitaba la zona donde ha perdido la vida. En su página de Facebook, Ana compartió el pasado año decenas de fotos de excursiones a lo largo y ancho del centro de Italia.

El Ayuntamiento de Víznar, donde reside la familia de la víctima, iniciará los trámites oportunos para decretar varios días de luto oficial en señal de duelo por el fallecimiento de Ana Huete. El alcalde de este municipio, Joaquín Caballero, explicó ayer que el Ayuntamiento está a disposición de la familia, en todo lo que pueda necesitar e hizo un llamamiento para que se trate con delicadeza el asunto. Por su parte, la alcaldesa de Alfacar, Fátima Gómez, también se puso en contacto con la familia a la que ofreció apoyo y colaboración y expresó el pesar y la tristeza del municipio.

La familia de la granadina Ana Huete ya ha iniciado los trámites para la repatriación de la joven a Granada, una actuación que tendrán que asumir económicamente pues el Gobierno de España no sufraga este tipo de procedimientos que suelen ser costoso y muy complicados dependiendo del país donde se produzca el fallecimiento. Este periódico intentó ayer contactar con el Ministerio de Asuntos Exteriores para conocer los detalles del proceso de repatriación en caso de catástrofe sin éxito. Sin embargo, en la página web del Ministerio se puede consultar cómo se realiza el procedimiento donde se deja claro que la repatriación del cadáver corre a cuenta de la familia. "Se trata, de un procedimiento costoso, por lo que es importante encontrarse cubierto por un seguro para esta contingencias".