Baño de masas. De color rojo. Varias generaciones y familias socialistas arroparon ayer en el Palacio de Congresos al candidato del PSOE a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas. Después de más de cuatro meses de trabajo silencioso, como lo define su propio equipo, ayer se escuchó el pistoletazo de salida de su carrera electoral en un acto donde el PSOE reivindicó, sobre todo, su marca. Y lo hizo remontándose a la etapa de Manuel del Valle y a la gran transformación que sufrió la ciudad en los inicios de los 90, a la Sevilla del AVE de Felipe González y de Alfonso Guerra -que siguió en primera fila el acto- y, sobre todo, a los tres mandatos de Alfredo Sánchez Monteseirín. "Entre la época de Manolo del Valle y la de Alfredo aquí la única obra que se ha hecho es la portada de la Feria", espetó José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE andaluz.

Él fue el encargado de presentar al candidato en una novedosa puesta en escena, que se vino a menos por culpa de los fallos técnicos. Un coloquio moderado por una periodista sirvió para que el candidato fuese repitiendo, más que anunciando, las líneas estratégicas de su programa electoral. O mejor, de sus programas electorales, pues Espadas elaborará once, uno por distrito. De hecho, los barrios serán la clave de su oferta. La crisis, según el análisis del coloquio, no permitirá muchas más inversiones como las de la era Monteseirín. "Alfredo ha estado ahí en cabeza y ahora hay que priorizar las necesidades y reequilibrar la ciudad, cohesionar los barrios apostando por el empleo en nuevos sectores energéticos", apuntó Espadas que asumió que habrá que corregir "algunos errores".

El reto es complicado. ¿Cómo motivar al electorado? La receta que Griñán le dio a Espadas fue clara: hay que ilusionar a los ciudadanos haciéndoles ver el valor de la política, hay que recuperar la confianza en los políticos. Ayer, se citaron en Fibes muchos del pasado y las primeras corporaciones, el presente -entre ellos una amplia representación de la Junta y numerosos concejales socialistas del actual mandato- y el futuro, representado en las caras anónimas de muchos ediles jóvenes llegados desde toda la provincia.

Espadas quiere ser un alcalde cercano e insistió en su estrategia de escuchar y hacer partícipe en su proyecto a la sociedad civil. Entre el aforo muchos miembros de asociaciones vecinales y de los distritos que protagonizaron uno de los vídeos que se proyectó: desde Pacorro el de Pino Montano a las mujeres de Torreblanca. Y, en época de crisis, reivindicó la unión del área metropolitana, con un especial guiño al alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano.

El presidente Griñán se alargó mucho en recordar los frutos de su política en biomedicina, investigación, igualdad, educación y desarrollo sostenible. Espadas, que no hizo alusión directa al candidato popular, volvió a perderse en generalidades sobre el ocio productivo que ofertará los jóvenes y sus planes para aprovechar mejor el río y su gran apuesta por la innovación y "las fábricas sin chimeneas".

Ambos contertulios elogiaron la figura de Monteseirín "y su valentía" para planificar reformas que han tenido una fuerte contestación social, como la peatonalización. Sin duda, el actual alcalde de Sevilla tuvo un papel protagonista con numerosas alusiones que avalaron su gestión y la necesidad de continuar con el proyecto. Incluso Francisco Fernández, uno de los ediles más afines a Monteseirín y responsable de las últimas decisiones tomadas y contestadas socialmente en el terreno de la movilidad, fue nombrado por Espadas. Aunque el mensaje no quedó muy claro cuando Griñán apostó por la renovación y por el cambio necesario para adaptarse a los tiempos.

Una vez que se cerró el coloquio, Espadas tuvo unos minutos para lucirse ante un auditorio abarrotado por unas 1.500 personas. "Me siento como una moto, creo en el proyecto y quiero hacerlo muy bien, soy muy autocrítico y lucharé para buscar el equilibrio entre la tradición y la modernidad", apuntó el candidato, un consejo que le dio el propio Alfonso Guerra a través de un vídeo grabado minutos antes del acto. Espadas fue ganando pasión en su discurso, muy optimista. Y se refirió a "mi rival", en clara alusión al popular Juan Ignacio Zoido, a quien acusó de defender sus intereses: "Hay que tener poca vergüenza para no reconocer que en 12 años esta ciudad se ha transformado". Espadas y todos los socialistas que asistieron a Fibes sí que lo reconocieron.

Griñán recordó que Sevilla es socialista y seguirá con esa camiseta puesta. En los próximos cuatro meses Espadas -presentado como "un ganador"- se esforzará en que los sevillanos, como ocurre en el deporte, defiendan sus colores y sentimientos. Porque Sevilla, según reza la letra de canción usada como sintonía de campaña, no es una ciudad, sino un sentimiento.