Betis-las palmas

Requetesalvado (1-0)

  • El primer gol de Van Wolfswinkel en la Liga permite al Betis derrotar a Las Palmas e incluso podría llegar al derbi matemáticamente salvado.

41 puntos. Objetivo cumplido no, cumplidísimo para un Betis que ha pasado por unos altos y bajos tan extraños que casi no le permitían valorar que había demasiados equipos con mucho menos que ofrecer. No era el caso de Las Palmas, transformado por Quique Setién en un equipo de toque y competitivo, pero aun así un gol de Van Wolfswinkel permitió sumar los tres puntos y prácticamente ponerse las chanclas de la playa para afrontar un tramo final de Liga con citas astifinas.

Cierto que Las Palmas jugó con diez 50 minutos pero no menos cierto que los canarios no tuvieron ni una sola ocasión clara de gol ante Adán, tranquilo de salida y ya mero espectador cuando Aythami vio la segunda amarilla. Tampoco es que el Betis coleccionara ocasiones, pero al menos las ganas de Merino de zanjar la temporada cuanto antes le llevaron a tomar los riesgos que no se atrevió a asumir en Vigo y quitó a los dos laterales para dar más profundidad a un Betis por momentos muy plano.

Con Joaquín bastante rato por el centro pero permutando constantemente su posición con Kadir (luego Musonda) y Dani Ceballos, el balón siempre estaba abajo y aunque la posesión se repartía la única sensación de peligro era local, por mucho que Las Palmas controlase el juego mientras estuvo once contra once.

Ya marcó Rubén Castro con asistencia de Kadir pero un fuera de juego apretadísimo que consideró Vicandi Garrido aplazó el jolgorio en la grada, a ratos impaciente ante las dificultades béticas para amarrar los puntos cuando el rival se quedó en inferioridad y ganar ya era obligado.

Setién retocó al descanso metiendo un defensa para no perder la cara al partido y muy pronto contestó Merino quitando a Kadir para dar entrada al reservado Musonda y a los dos laterales para ganar aún más presencia con Cejudo y Van Wolfswinkel.

El holandés seguramente no ha tenido la presencia que merecía y la continuidad necesaria por la tremenda temporada de Rubén Castro, pero también esta vez demostró ser el delantero que mejor se entiende con el canario, básicamente porque suele elegir el movimiento correcto y es cero egoísta con el balón.

Así, sin laterales, N'Diaye se incrustó atrás y Merino dibujó una extravagancia de Betis con tres defensas, Petros por delante ayudado por Dani Ceballos, Cejudo por la derecha, Musonda y Joaquín alternando el centro y la izquieds y Ricky en punta con Rubén Castro.

Los tanques estaban en la calle y aunque tardó parecía inevitable que el Betis tuviera en su mano decidir y solventar la permenencia. No fue hasta el 84 cuando Dani Ceballos, excelente toda la noche, dejó solo a Van Wolfswinkel, quien controló de maravilla y definió con sencillez para zanjar el triunfo bético y subrayar, a pesar de los inconvenientes tácticos que implicaba, que está varios pasos por delante de Molina y no digamos Damiao.

Triunfo necesario, esperado y vital, y salvación a boca llena porque los 41 puntos del Betis van a dar más que de sobra para vivir tranquilamente lo que queda. De hecho, si el Sporting pierde con el Sevilla y no ganan Levante y Getafe la salvación será matemática, con lo que llegaría al derbi sevillano sin deberes para recibir al Barcelona de fiesta total. Trabajito ha costado.

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