Miguel Guillén se convirtió ayer en protagonista al valorar la actualidad del equipo bético tras la ofrenda floral realizada en la capilla del colegio Claret. El presidente del Betis no dudó en admitir su deseo inicial de cara a una campaña con muchas ilusiones renovadas: "Quiero alegrías y que podamos cumplir con los objetivos impuestos para esta temporada".

Guillén ya conoce las principales preocupaciones del beticismo tras un inicio de temporada con muchas dudas y en la antesala de una jornada en la que podrían debutar algunos de los futbolistas que llegaron a última hora del mercado de fichajes. Con todo ello, la expectación es máxima. "Son ya 23 días sin jugar un partido oficial y tenemos ganas ya de que llegue el lunes y de estar en Valladolid para jugar", aseguró Guillén, que no dudó en volver a resaltar la calidad del equipo en una plantilla llamada a brillar: "Sigo pensando que tenemos mejor equipo que la temporada pasada porque se vieron las necesidades y se ha fichado para cubrirlas. En la pretemporada pude ver que los nuevos van a aportar muchísimo a este equipo".

Pero muchas miras estaban puestas en la postura del presidente verdiblanco con la situación de Beñat, pese a que en semanas precedentes ya aseguró que las intenciones eran claras. Así lo reafirmó en la mañana de ayer: "Estamos trabajando en la renovación del jugador. Él quiere renovar y el Betis quiere renovarlo. Lo haremos oficial cuando se produzca. Es un futbolista muy importante para nosotros". Intenciones claras las de un Guillén que espera solventar este tema pronto: "Falta ponerse de acuerdo en los términos, estamos avanzando en ese sentido pero no podemos retransmitir la renovación en directo".

Tampoco esquivó la polémica surgida en torno a Fabricio tras sus declaraciones: "El jugador ya manifestó en los medios oficiales del club que no se le había entendido. Está arrepentido y desde el consejo hemos pretendido actuar con delicadeza. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice en los medios y creo que el asunto está zanjado ya. Hemos querido escuchar al futbolista y no hay dudas de que él estaba sorprendido por todo lo que ha pasado. Hemos sido responsables en este asunto".

A nivel institucional, Guillén también quiso dejar claro que el club rema hacia la misma dirección, en referencia a los diferentes discursos empleados por Pepe Mel y Vlada Stosic recientemente: "Tenemos que cuidar la comunicación y la imagen, y no podemos permitir que cada uno vaya por su cuenta. Tenemos que mejorar en eso. Que prime el sentido común. Estamos todo en el mismo club, en el mismo barco, y si se hunde el barco nos hundimos todos".

Con las miras en el Valladolid y en Beñat, el Betis camina hacia la cuarta jornada liguera con tantas incógnitas como motivación para dejar atrás una semana polémica.