Betis | hércules · informe técnico

La utopía de ahorrar en tiempos de crisis

  • El Betis se revienta con un ritmo y velocidad de pase que hasta le vino grande · El equipo, físicamente endeble, paga la factura

La condición física del Betis es feble. Más allá de la coyuntura que afecta a jugadores como Capi, Sergio García y Jonathan Pereira, lejos de su cénit, apenas tiene en Iriney y Emana a gente siempre dispuesta para la pelea y con toda la cuerda dada.

Con esa merma genética, dosificar su gas resulta tarea imperiosa, mas en la época de crisis que vive, con la ansiedad anidando en sus tuétanos, pensar en ahorrar energías se revela utópico.

Defensa

Más allá de volver la mirada para examinar a una zaga que ha subido un par de escalones en concentración y anticipación, la clave de los que quehaceres defensivos del Betis hay que situarla en la zona dónde se hace con el balón. En los albores fueron Emana y Jonathan Pereira quienes se hartaron a robar pelotas y hacer buena la presión adelantada ordenada por Víctor Fernández. Conforme el paso de los minutos fue haciendo mella en el equipo, el protagonismo pasó a Iriney, quien veinte metros atrás, y ya en campo propio, mantenía al equipo en pie.

Fueron las bandas, sobre todo en la derecha bética a raíz de la sustitución de Jonathan Pereira, el lugar elegido por el Hércules para percutir y encontrar el premio. Si Kiko Femenía abusó en una ocasión de Nacho, fueron los desmarques ciegos de Del Olmo los que facilitaron que Tote cayese a ese costado y se conviertese en la génesis del gol alicantino, obra de Farinós.

Ataque

El Betis fue víctima de su elevado ritmo. Emana, Iriney y hasta Arzu pueden con él, pero a Pereira, Capi y Sergio García les viene grande. A su circulación de balón le faltó un punto de precisión por exceso de celeridad y esa circunstancia fue determinante cerca del área contraria, aunque en los inicios sirvió para intimidar a un Hércules que salió con ínfulas de discutirle el dominio y se acobardó. La fatiga y la entrada de Pavone estrecharon la movilidad y el equipo, que recuperaba el balón muy atrás, incluso acudió al juego directo en ocasiones cuando se quedó ya hasta sin contraataque.

Virtudes

La autoridad mientras tuvo fuerzas ante un buen rival.

Talón de aquiles

Sin velocidad en ataque, debe hallar pausas en su juego.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios