"Estamos empezando. Nos queda mucho por hacer y por mejorar". Esta humilde frase del presidente de Honor de Cajamar, Juan del Águila, resume a la perfección la filosofía de la entidad financiera almeriense, que cerró el ejercicio 2007 con un beneficio neto de 120,6 millones de euros, un 12,2% más que el año anterior, y que estima que el 31 de diciembre de 2008 obtendrá un resultado de 135 millones, lo que supondría, de nuevo, un incremento del 12%.
La primera cooperativa de crédito de España espera mantener la pujanza y el ritmo de crecimiento iniciado en los últimos años, siempre con los pies en la tierra y atendiendo a los criterios de estabilidad y prudencia que marca la situación económica actual, tanto en el panorama nacional como internacional.
Bajo estas premisas ha planteado Cajamar sus líneas maestras para el ejercicio 2008, consolidando su negocio a la eficiencia, la solvencia y la rentabilidad.
En esa línea de prudencia se manifestó también el consejero delegado de la entidad, Juan de la Cruz: "Esperamos un moderado optimismo para 2008".
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