Leroy Merlin y AKI anunciaron ayer la integración de ambas compañías dedicadas al acondicionamiento del hogar en España bajo una única estructura empresarial con el objetivo de estar más cerca del consumidor y ofrecer una experiencia totalmente adaptada a las necesidades de sus clientes. En concreto, esta unión posibilitará "la creación de un modelo multiformato enfocado al cliente y a las diferentes realidades y necesidades de los consumidores".

La empresa contará tanto con tiendas de proximidad en pequeño formato como con grandes superficies comerciales. Igualmente continuará reforzando la transformación digital de ambas firmas para acompañar a los consumidores a través de una experiencia omnicanal única.

La integración hará que la plantilla se eleve a casi los 12.000 empleados, de los cuales 10.000 son colaboradores de Leroy Merlin y 1.700 proceden de AKI. Fuentes de la compañía señalaron a Europa Press que se mantendrá el 100% de los empleos, al tiempo que esperan que existan más oportunidades laborales tras esta unión.

El proceso de convergencia arranca en 2018 y se completará en 2020, con la transformación progresiva del parque de tiendas existente a los nuevos formatos, por lo que surgirá un nuevo multiformato con más de 100 establecimientos.