El recién estrenado otoño se presenta caliente para Mariano Rajoy. Con las concentraciones de la semana pasada junto al Congreso de los Diputados arrancó en España una nueva ola de protestas ciudadanas por la crisis económica. Este martes se sumaron los dos grandes sindicatos del país, que llamaron a los ciudadanos a manifestarse el domingo y advirtieron al jefe del Ejecutivo de que en breve puede enfrentarse a su segunda huelga general.

"Abrimos un plazo para analizar la conveniencia de una huelga general", avanzó en Madrid el secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez. Él y su homólogo de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández-Toxo, llevan tiempo instando a Rajoy a dar un giro en sus políticas de austeridad, que aseguran que profundizan la recesión que atraviesa España, la segunda en tres años, y no sirven para crear empleo en un país en el que ya hay casi 5,7 millones de personas sin trabajo, el 24,63% de la población activa.

La idea es que esa huelga general se celebre durante la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para 2013, en noviembre. El Gobierno aprobó la semana pasada las cuentas para el próximo año, que incluyen más ajustes y más recortes y que tienen que recibir ahora el visto bueno parlamentario. "Hay que impedir, desde el inicio de su tramitación, que salgan adelante", manifestó Méndez.

Desde julio, cuando Rajoy aprobó el ajuste más profundo en la reciente historia democrática de España -65.000 millones de euros en dos años y medio-, los líderes de CCOO y UGT han advertido en varias ocasiones de que la huelga general está en el horizonte si el Ejecutivo no modifica la política de austeridad. Una política que persigue principalmente rebajar el abultado déficit público español para cumplir con los objetivos comprometidos con la Unión Europea (UE) -un 6,3 por ciento del PIB este año y un 4,5 por ciento el próximo- y que está recayendo sobre las espaldas de los ciudadanos, ya sea con los recortes en sanidad o educación, en la disminución de las prestaciones por desempleo o con la subida del IVA, entre otras cosas.

Los dos líderes sindicales han reclamado, incluso ante el rey Juan Carlos, que se celebre un referéndum en España sobre esos ajustes y recortes millonarios, una medida que al gobierno de Rajoy no se le pasa por la cabeza. Este martes volvieron a reclamar esa consulta popular, sobre todo si el presidente del Gobierno decide finalmente solicitar un nuevo rescate a los socios del Eurogrupo, un rescate que los sindicatos rechazan por las consecuencias sociales que tendrían las nuevas condiciones que tendría que cumplir España. Rajoy analiza desde principios de agosto si pide o no esa nueva ayuda, que permitiría que el Banco Central Europeo (BCE) iniciase la compra de deuda de España, aliviando la presión que el país está sufriendo en su financiación en el mercado.

La decisión final sobre la huelga general se tomará en el marco de la llamada Cumbre Social, una plataforma en la que se integran 150 organizaciones -entre ellas los dos grandes sindicatos, pero también organizaciones de juristas, futbolistas y de las fuerzas de seguridad-. Es la que ya convocó la manifestación en la que decenas de miles de personas protestaron el 15 de septiembre en Madrid contra los recortes y exigieron el referéndum sobre los mismos.

La Cumbre Social llamó a una nueva movilización este domingo, 7 de octubre, para expresar el rechazo a los nuevos presupuestos y exigir una salida a la crisis mediante la reactivación de la economía y del empleo y con la protección social garantizada. La manifestación central será la de Madrid. Partirá a las 11:30 hacia la Puerta del Sol desde la Plaza de Neptuno, que tres días de la semana pasada fue el escenario en el que miles de ciudadanos, hartos de la crisis, su gestión y las consecuencias, clamaron contra el Gobierno de Rajoy y la clase política que se sienta en el cercano Congreso de los Diputados.

El domingo también habrá marchas en todas las capitales de provincia. El 7 de octubre servirá para calentar motores en lo que se prevé que va a ser un otoño agitado por las protestas y la posible segunda huelga general de la era Rajoy. El jefe del Gobierno vivió la primera tres meses después de haber asumido las riendas del Ejecutivo. El 29 de marzo de este año, el país vivió un paro contra su controvertida reforma laboral, la más profunda de los últimos 30 años y la cual, entre otras cosas, abarató y facilitó el despido. Los sindicatos se han dado dos o tres semanas de plazo para decidir si finalmente la convocan. "Está en las manos del gobierno que esto (la huelga general) sea una realidad o no", manifestó el líder de CCOO, Ignacio Fernández-Toxo.